Como hemos podido comprobar en sus notables ‘Take The Kids Off Broadway‘ (2011/12) y ‘We Are The 21st Century Ambassadors of Peace and Magic‘ (2013), el dúo formado por Jonathan Rado y Sam France ha seguido el método Oasis para llegar al éxito: fusilar sin miramientos todas su influencias de los años 60 y 70 y hacerlas sonar más o menos originales, con la diferencia de que los Gallagher solo tomaron prestada la música y la trasladaron a su época, mientras que los californianos se han empeñado además en parecerse estéticamente y sonar como sus ídolos. De hecho, podríamos llegar a pensar que de tanto admirar a, por ejemplo, el malogrado Syd Barrett, la historia de Foxygen empezaba a parecerse a la de Pink Floyd, concretamente la que comprende el período de tiempo entre ‘The Piper At The Gates Of Dawn’ y ‘A Saucerful Of Secrets’ (o sea, cuando a Barrett se le empezó a ir la olla y lo tuvieron que relegar a un segundo plano cuando había sido el líder indiscutible): broncas entre Rado y France (y antiguos músicos de directo), conciertos cancelados, actitudes excéntricas de France en más de una actuación (acabó herido en una ocasión y tuvieron que cancelar más conciertos), etc.
Cuando Rado publicó hace algo más de un año su primer trabajo en solitario, ‘Law & Order’ y con los precedentes que conocíamos, no era descabellado imaginar el fin de Foxygen, pero todos los rumores se disiparon este pasado verano, cuando se anunció la llegada de un nuevo trabajo, titulado ‘…And Star Power’. Dado que las aguas estaban bastante revueltas, no sorprende que el nuevo LP tenga ínfulas de álbum conceptual, incluyendo introducción, una suite y cuatro episodios que dividen sus veinticuatro temas, con una hora y veinte de duración. Es más, no solo no es una sorpresa que hayan facturado un álbum como éste, sino que tras escucharlo parece hasta lógico que no hayan podido evitar dejarse llevar por el exceso y la locura: ‘…And Star Power’ parece querernos relatar, a través de sus diversos pasajes y texturas, su situación actual y lo que les ha conducido a encontrarse así.
Musicalmente, encontramos a Foxygen más o menos como siempre, entre la psicodelia de finales de los 60 y el glam rock de los 70. Sin embargo, donde los álbumes conceptuales de esta última década ocultaban algo de misterio y mística, Rado y France son bien transparentes al proponer cada episodio: ‘The Hits’ contiene nada más y nada menos que los temas más memorables y pegadizos. Acto seguido, llega la suite y a partir de ahí pasan a una psicodelia más densa en ‘The Paranoid Side’ para descender a la locura en ‘Journey Through Hell’ y finalmente recuperar un poco la cordura en los dos últimos cortes, que forman parte del epílogo titulado ‘Hang On To Love’. Cada pasaje tiene su miga y aunque el concepto del álbum (si es que en realidad hay uno) sea un poco difuso, ayuda el hecho de que contextualicen cada parte, pero no podemos negar que muchos se quedarán en la primera mitad, con grandes canciones que seguro pasarán a formar parte de la primera línea de su repertorio, como ‘How Can You Really‘, ‘Coulda Been My Love‘ (donde muestran su faceta más 60s/70s glam) y ‘Cosmic Vibrations‘ (un delicioso guiño a los Floyd del ‘Meddle’).
Para quienes decidan seguirles en el resto del viaje, hay recompensa también, aunque a partir de la suite todo empiece a enrarecerse un poco, mezclando al Lou Reed setentero con la psicodelia que habitualmente practican, sumándole a todo ello un toque de la locura lo-fi que practicaban The Flaming Lips en ‘Embryonic’. Precisamente Steven Drozd colabora en la lisérgica y kraut (mira que nos gusta emplear estos términos) ‘Mattress Warehouse’, uno de los mejores cortes de la parte raruna del álbum, en la que hay material bastante salvable. Donde tal vez se exceden demasiado y no van a ninguna parte en concreto es en ese descenso a los infiernos que propone el tercer episodio, todo griterío lo-fi y pseudo-canciones caóticas y ruidosas. Para un par de escuchas pueden tener su gracia, pero es una pena que pierdan el tiempo cuando temas atrás han logrado maravillarnos. Con las melancólicas ‘Everyone Needs Love’ (tampoco se estrujan demasiado el cerebro con sus títulos y conceptos, pero tal vez resida en eso parte de su atractivo) y ‘Hang’ dan por finalizado un álbum que, como su carrera reciente, está lleno de luces y sombras, pero cuyas luces brillan lo suficiente como para seguirles admirando y prestando atención.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘How Can You Really’, ‘Cosmic Vibrations’, ‘Mattress Warehouse’, ‘You & I’, ‘Everyone Needs Love’.
Te gustará si te gustan: todas sus influencias y les perdonas sus locuras
Escúchalo: Deezer