Entre nostálgicas reediciones, los diferentes (y, en gran medida, satisfactorios) movimientos paralelos con Grupo de Expertos Solynieve, Los Evangelistas o Los Pilotos y que apenas han dejado de actuar en vivo, han transcurrido cinco años desde el último disco de Los Planetas de forma casi imperceptible. Por eso el anuncio de este ‘Dobles fatigas‘, que aún no sabemos si es un aperitivo de un próximo disco largo (esta estrategia comercial ya la emplearon en ‘Cuatro palos’ antecediendo a ‘Una ópera egipcia’), llegó casi como algo inesperado.
Su portada, no muy bonita pese a ser obra del reputado dibujante de DC Comics Al Barrionuevo, les caricaturiza, no sin ironía, como superhéroes cósmicos, que es en lo que se han convertido para muchos (al menos dos generaciones ya) a lo largo de sus casi 25 años de trayectoria. A la vez se intuye como un guiño a la época pre-flamenca, en la que usaban con frecuencia referencias a los cómics, y que se plasma también en lo musical. Ya en su nota de prensa Los Planetas afirman que ‘Dobles fatigas’ quiere ser un paso adelante que contenga elementos de toda la obra previa del grupo. Y es cierto porque, aun conservando ciertos rasgos de su reinvención folclórica, estos cuatro nuevos temas suponen un regreso al psicopop espacial. Es sobre todo palpable en ‘Motores de combustión’ (bonita letra hasta que unas líneas finales -«Y me echaste gasolina a mi coche diésel y fui yo quien tuvo que pagar la reparación»- risibles echan al traste el resto) y ‘Estadísticas’ (fantástica en el plano lírico, apropiándose de algunos estupendos versos populares del flamenco). Quizá sea el tratamiento sonoro, que no llega a establecer un muro de guitarras lo suficientemente convincente y da un injustificado protagonismo a una melódica y unos sintetizadores de vocación cósmica poco agraciados, pero debían suponer un reencuentro con la línea de ‘Toxicosmos’ o ‘Que no sea Kang, por favor’ y, sin embargo, nos recuerdan a los momentos menos inspirados, anodinos, de ‘Encuentros con entidades’ o ‘Contra la ley de la gravedad’.
Esta es la cal, pero también encontramos arena: ‘Heroína’ es una apropiada revisión, más solemne que festiva, de la genial bulería del venerable jerezano Juan Moneo «El Torta», poniendo de nuevo en valor su arriesgada apuesta de aproximar rock y cante jondo, con un gran final acompañado de jaleos; mientras que ‘El Duendecillo Verde’ (nuevo guiño al universo superheroico en su título) es la más acertada de sus nuevas creaciones, al reunir de forma genial el uso de escalas flamencas (con Florent brillando) con uno de esos iracundos himnos pseudo-punk, que esta vez dedica unos sonoros «hijodeputa» y «me cago en tu puta madre» a una figura censora que, imaginamos, podemos encontrar en el actual gobierno de la nación y que, por sus similitudes físicas con el archienemigo de Spiderman, nos atrevemos a apostar a quién se refiere. ‘Dobles fatigas’ nos entrega sensaciones encontradas, en general positivas, pero con ciertas dudas sobre si esas autorreferencias que aquí emplea el grupo de Granada puedan acabar convirtiéndose en un retroceso.
Los Planetas inician una mini gira de presentación, en recintos de pequeño aforo, esta semana. Estarán el día 9 de mayo en la sala Revert (Industrial Copera) de Granada, el 15 en la sala But (Ochoymedio) de Madrid, y el 22 en la sala Apolo de Barcelona. También actuarán como cabezas de cartel en la próxima edición del FIB, el día 18 de julio.
Calificación: 6,6/10
Lo mejor: ‘El Duendecillo Verde’, ‘Heroína’
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