Primera gran decepción de la temporada. Como ya dije en el avance de estrenos no tan obvios para este otoño, esperaba mucho de la segunda película de Alfonso Gomez-Rejon. Mucho. Y no solo porque ‘Yo, él y Raquel’ (poco inspirada traducción del original ‘Me & Earl & the Dying Girl’) lograra poner de acuerdo a crítica y público en el último festival de Sundance (Mejor película y Premio del Público, como ya hiciera ‘Whiplash‘ el año pasado), sino porque la anterior película de Gomez-Rejon, ‘The Town That Dreaded Sundown’, me parece una de las mejores relecturas del género slasher vistas en mucho tiempo.
Desde este punto de partida, el de alguien que esperaba una revelación tipo ‘The Spectacular Now‘ (2013) e, incluso, la extraordinaria ‘El mito de la adolescencia’ (2010), ‘Yo, él y Raquel’ (adaptación de la novela ‘Un final para Rachel’, de Jesse Andrews), me parece una comedia dramática con más tics del cine indie de instituto que granos hay en la cara de un adolescente. Esto es: protagonista nerd rodeado de adultos extravagantes (el padre, el profesor de historia, la madre de ella) que por medio de una juguetona voz en off se dirige al espectador y cuenta una historia de amistad (con la “chica moribunda”), maduración (está en el último año de instituto) y cinefilia (rueda con su amigo versiones domésticas de películas clásicas, una idea que recuerda demasiado a ‘Rebobine, por favor’).
Si a todo lo anterior le añadimos una narración pizpireta, dividida en partes con intertítulos irónicos, y pespunteada por secuencias de animación cuquis y música a modo de guiño cómplice (de Lou Reed, Cat Stevens o Ra Ra Riot a música clásica o gran parte de la discografía de Brian Eno), ya lo tenemos: una generosa ración de cine indie tan vivaracho y simpático como adocenado y previsible. ‘Yo, él y Raquel’ parece querer seguir la senda de ‘Restless‘ (2011), la infravalorada película de Gus Van Sant, pero acaba siendo algo así como la versión modernilla de títulos con adolescentes moribundos como ‘Ahora y siempre’ (2012) o ‘Bajo la misma estrella‘ (2014). 5,9.