Hace unos días, a través de Forbes conocíamos la noticia de que ‘The Wu –Once Upon a Time In Shaolin’, el misterioso disco doble de Wu-Tang Clan limitado a una única copia en todo el mundo, había sido vendido a un comprador anónimo por «varios millones» de euros. La página de subastas que ofrecía el disco no compartía la identidad del comprador, pero no tardó en trascender que este era, de manera inaudita, Martin Shkreli.
Para despistados y despistadas, Shkreli es un controvertido empresario farmacéutico que, el pasado mes de septiembre, decidió aumentar el precio de un medicamento usado para tratar el sida en un 5.000%. Este medicamento, que tenía un coste habitual de 12 euros, pasó a costar, de la noche a la mañana, 700. A partir de este momento, Shkreli se convirtió en una de las personas más odiadas en Estados Unidos.
Wu-Tang Clan, que acordaron la compra de su disco con Shkreli en mayo, no tenían, en se momento, ni idea de a quién le acababan de vender su tesoro. Pero hay más: Shkreli ha sido ahora detenido por fraude, acusado de utilizar valores de Retrophin Inc., su empresa de biotecnología, para pagar deudas ajenas. Ayer, Shkreli era finalmente puesto en libertad restringida bajo una fianza de 5 millones de dólares (4,6 millones de euros).
Shkreli, que se considera un gran seguidor del hip-hop, pretende ahora sacar de la cárcel al rapero de 21 años Bobby Shmurda. En cuanto a Wu-Tang Clan, todavía esperamos declaraciones del grupo sobre este peliagudo asunto.