El último disco de Kanye West, ‘The Life of Pablo’, ha aparecido esta noche en Spotify y otros servicios de streaming como Apple Music, Rhapsody y el nuevo SoundCloud Go. Faltan, a ojo, Amazon o iTunes, si bien el disco puede bajarse desde la web de Kanye a 20 dólares.
Un artículo del New York Times compara los streamings que lleva el álbum en Tidal con el de otros artistas, indicando que sus cifras son altas pero inferiores a las logradas en los primeros días por los últimos discos de Justin Bieber y Rihanna. Sus 400 millones de streamings en todo el mundo hasta este lunes equivaldrían a 267.000 discos vendidos. Según los cálculos de Mediatraffic sería ahora mismo lo equivalente al 19º álbum más vendido del año.
Pero la parte más inquietante vendría cuando se reproduce un comunicado de Def Jam en el que se indica que el álbum será un «proceso continuo» que «en los próximos meses, incluirá actualizaciones de Kanye, nuevas versiones y nuevos caminos para el disco». Algo así como la pulsera/sudadera/disco que ha sacado El Guincho, sólo que en lugar de incorporar nuevas canciones o vídeos, en su caso probablemente serán más bien nuevas mezclas de las mismas canciones.
El debate sobre «el disco vivo» se queda viejo para dar paso a otro sobre el disco cambiante eternamente. Quién sabe si Kanye West está inventando el futuro. Desde luego está influyendo en él. Lo curioso es que haya tardado 3 años en venirle la idea.
Por otro lado, una orquesta de 70 músicos unirá la música de Kanye West y Ludwig van Beethoven en Los Ángeles el próximo 16 de abril. Serán seis piezas de Beethoven y seis de ‘Yeezus’. Se llama Yeethoven. Más información, en la Fundación Young Musicians.