La segunda semifinal de Eurovisión ha dejado pocas sorpresas. Respecto a lo que decían las apuestas sólo han quedado fuera los Auryn un poco talluditos de Dinamarca y la canción dance cuyo estribillo se recluía de Noruega. En su lugar pasan el Brandon Flowers rubio y saltarín de Lituania y la gran sorpresa, Georgia.
La canción de Georgia, que ha sido calificada como «indie» por los comentaristas de RTVE (José María Íñigo y Julia Varela), la habíamos comparado de manera absurda con distintas canciones de Ellos y Cycle, pero en la realización ha optado por un montaje bastante Underworld y Primal Scream, con un final inesperado que te dejaba con ganas de volver a ver su actuación. «Georgia, al Primavera Sound», exclamaba Sexapolar en nuestros foros, aunque han sido tan British que en realidad los vemos más en el FIB.
Las favoritas de la noche, la balada ochentera casi Chvrches de Australia, y el medio tiempo electrónico con sutil fondo político de Ucrania, suponemos que se habrán clasificado sin problema y acuden a la final como favoritas.
La divertida canción de Bulgaria, un tanto Major Lazer, se ha logrado clasificar a pesar del traje con sorpresa que escondía su kitsch cantante. También nos alegraremos de volver a ver a la Bruno Mars de Bélgica, Laura Tesoro (debe de ser muy fan de Michael Jackson, como Barei); y al cantante de Letonia, que ha actuado totalmente desatado, con una canción bastante chula llamada ‘Heartbeat’, escrita por Aminata, nuestra favorita del año pasado.
Menos nos alegraremos de volver a ver la imitación de Serbia de Serbia 2007 (ganaron), al Dracúla con bigotillo de Polonia y al Conchita Wurst de Israel, al que no le ha perjudicado presentar una lluvia dorada (de estrellas) inmediatamente después de la lluvia dorada (de estrellas) de Suiza. El vestido-humo, de esta, como era de prever, ha quedado fuera, pues era última en las apuestas. Como los hologramas de lobos e Ivanes de Bielorrusia, quien no obstante ha pasado ya a la historia del festival por querer actuar en bolas.
Irlanda, por cierto, no se quita el gafe. Un año más, están fuera de la final pese a presentar a un Westlife.