The Yearning es otro de los proyectos que, aunque británicos, el sello madrileño Elefant se ha agenciado en los últimos años. Con Joe Moore desde Faringdon, Oxfordshire (7.000 habitantes), como compositor, productor y multiinstrumentista (toca absolutamente todo lo que oyes en este álbum, que no es poco), y Maddie Dobie como jovencísima cantante (grabó sus primeras voces para la banda con 14 años), comenzaron a destacar con canciones como ‘Everybody Knows (I’m Still In Love With You)‘, que les situaban claramente en la estela de compañeros de casa como Camera Obscura o The School. Su primer disco ‘Dreamboats & Lemonade’ (2014) bebía de la tradición «girl-group», si bien el segundo que editan esta semana supone un importante paso adelante. Ahora las canciones son menos ‘Breaking Up Is Heart To Do’, mucho más afrancesadas y maduras en arreglos y matices.
Son varios los detalles que contribuyen al enriquecimiento del grupo. Cada cara se abre con un instrumental que potencia el carácter cinético de la música, en el caso de ‘Evening Souvenirs’ más cerca de Yann Tiersen, en el de ‘Ava’ cerca del folk de los últimos 60 tipo ‘Suzanne’. Pensando en Leonard Cohen, los coros de góspel contenido de la parte central del álbum, aportados por hasta 24 coristas (la canción sobre celos ‘When You Look At Her’, la tremenda ‘The Moment Your Heart Would Say Goodbye’) aportan una solemnidad y seriedad que, a pesar de la temática amorosa, espantan el lado más naíf de The Yearning. La música deja de sonar estrictamente inofensiva para anunciar que se acerca el huracán. Pensando en Françoise Hardy, el diálogo entre letra y vientos de la espléndida ‘Don’t Know What I’m Doing’, y sobre todo sus cuerdas, nos hacen recordar la exquisitez de ‘Comment te dire adieu’, compuesta por Gainsbourg y orquestada por Jean-Pierre Sabard. Hardy, de hecho, está citada en los agradecimientos del álbum por «la inspiración y la melancolía».
También entre lo mejor del álbum hay que destacar otra de las canciones de desamor, una ‘When I Lost You‘ que se pregunta por qué el mundo sigue su curso cuando hemos perdido lo que más queremos. La letra podría contener guiños a Hal David, letrista de Burt Bacharach en esos «raindrops keep on falling» y «birds they keep on singing», mientras el rasgueo de guitarra y la voz de Maddie Dobie están más cerca de los patrones estéticos del indie pop de finales del siglo pasado de Labrador, Saint Etienne o, por supuesto, el propio sello Elefant.
Como decía, hay canciones más sombrías que sirven de contrapunto. El dúo con el propio Joe en ‘Nightingale’, en la que una guitarra para entonar la melodía del ruiseñor reclamada por la letra, hace pensar inmediatamente en ‘Nancy & Lee’, en concreto en canciones como la maravillosa ‘Summer Wine’, si bien la influencia de Ennio Morricone ya aparecía en otra de las canciones de su debut, ‘Marry Me In the Morning’. También es de agradecer el pequeño alegato feminista de la juguetona ‘Not That Type of Girl’. Moore sabe salir de la mentalidad de ese personaje femenino permanentemente esperando la llegada del hombre para concederle un ligero golpe de libertad («She was the youngest of them all in town / But she grew wise of all the lies / Now she can see through your disguise»). Aunque el ritmo haga a Maddie alejarse de la inocencia paso a paso más que al trote, puede ser un principio.
Supongo que muchos no verán en ‘Evening Souvenirs’ más que un cúmulo de clichés sesenteros replicados. Sin embargo, son pocos los artistas de nuestros días preocupados por detenerse en ellos, por recordarlos y por conjugarlos con otros estilos y décadas y The Yearning saben llevarlos, por ejemplo, hacia los terrenos de Irving Berlin y la bossa nova (la jazzy ‘Falling In Love With Me’ gustará a quienes echen de menos a La Buena Vida), Wim Mertens (‘The Moment Your Heart Would Say Goodbye’) o las sonoridades de la chanson por la vía de Jacques Brel. Esa aparente austeridad fruto de situar la voz en primer plano, pero con un fondo lleno de detalles y arreglos está presente en este álbum de The Yearning, que incluso tienen tiempo de cerrar con moraleja, con una ‘Sometimes’ que nos invita a apreciar las maravillas que nos rodean: «Sometimes we dream of a life of perfection / Sometimes we wish there was somewhere to hide / Sometimes we reach for a paradise only to find that it’s there all along by our side». Entre ellas está este mismo disco y todo aquello que lo inspiró.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Don’t Know What I’m Doing’, ‘When I Lost You’, ‘When You Look at Her’
Te gustará si: los artistas ya citados y también contemporáneos como Cat’s Eyes y los Goldfrapp más acústicos.
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