Ante el tóxico y asfixiante machismo que impera en general incluso en las sociedades más avanzadas, hay una joven generación de artistas y creadoras que emergen con cada vez menos complejos de género, lo que se refleja en mujeres que se presentan como referentes de contemporaneidad. Es el caso de esta jovencísima productora y música francesa cuyo nombre real aún no conocemos pero que se hace llamar Lully, en homenaje a Jean-Baptiste Lully, uno de los compositores más singulares del siglo XVII.
La música de Lully se muestra como una especie de evolución del sonido PC Music hacia un formato de canción estándar, destacando su peculiar manera de tratar las voces, haciendo que a menudo no podamos etiquetar su género. Algo que, sin duda, es más que intencionado. A su manera, equilibra cierto espíritu abstracto con el magnetismo del pop y, por ese camino, podría ser capaz de conquistar el mundo.
Para empezar, a quien ya ha conquistado es a Gorillaz, en concreto a su guitarrista nipona Noodle, que ha incluido su primer single ‘Slow D’s’ en una reciente playlist integrada únicamente por mujeres productoras que la inspiran (Grimes, Empress of, Kali Uchis o Laurie Anderson también formaban parte de su selección). A finales de 2016, Lully lanzó ‘Sans Chapeau’, que abundaba (esta vez con una voz más masculina) por territorios igualmente seductores. Sin duda, una creadora a la que seguir muy de cerca.