Katy Perry ha estrenado el videoclip de su nuevo single, ‘Bon Appétit’. El vídeo, por supuesto, se basa en el concepto gastronómico de la letra de la canción y presenta a Perry como si fuera un alimento que un grupo de cocineros cocina y luego presenta en un suculento banquete. Pero el vídeo parece esconder un mensaje más profundo del que contiene la propia canción.
En el vídeo de ‘Bon Appétit’, Perry, que luce varias pelucas antes de presumir su nuevo rapado, se deja manosear, rebozar en una piscina de harina y cocer con verduras antes de ser servida «como un bufé» ante un comité de señores y señoras que parecen… ¿altos directivos de la industria discográfica? Sí, parece que, después de visitar Oblivia y abrir los ojos ante la realidad del capitalismo americano, Perry nos habla ahora sobre la objetificación que sufre la mujer en la industria musical.
Eso se desprende del vídeo, sobre todo, de su espectacular final que ningún fan del pop debería perderse. Y es que Perry no es un trozo de carne y nadie va a consumirla como tal: lo que tienen preparada Katy y su equipo para sus exquisitos comensales es una emboscada en toda regla… en un club de striptease. Y con Migos de su parte, claro. Esto sí es un «plot twist» y no el de Alt-J.
Ya os hemos contado que ‘Bon Appétit’ no ha funcionado en listas y de hecho ha entrado por debajo en el Billboard Hot 100 (top 76) y ya ha desaparecido de las 100 canciones más escuchadas en Spotify en todo el mundo. No sabemos si este vídeo hará resucitar ‘Bon Appétit’ en listas o más bien todo lo contrario, pero solo podemos preguntarnos: ¿ha hecho Katy un vídeo POP en toda regla o el WTF del año?