Por petición popular, parte de la redacción evalúa ‘Despacito’, el que puede ser el mayor hit de todo 2017.
«‘Despacito’ es una canción que tiene una gracia indudable, fácil y que entra muy bien. Primero, es una oda al deseo muy veraniega, que invita al hedonismo, con el equilibrio justo para no resultar ni vulgar ni caer en el machismo habitual del género (aunque a Daddy Yankee se le escape un poco). Después está el ritmo, lo suficientemente cadencioso para bailar “agarrao”, pero lo bastante animado como para poder hacerlo solo; un ritmo que, además, no resulta agresivo como el que se suele usar en el reggaetón. Aquí prima la melodía, lo que la hace disfrutable incluso para detractores del género. También está cómo la canta Fonsi, sin alardes pero con el punto exacto de devoción. Y, para rematar, está repletita de ganchos: la guitarra inicial; la manera en que articula las estrofas Fonsi –ahora canto, ahora silabeo “Ten-go que bai-lar con-ti-go hoy”; la forma de entrar en el estribillo: “Des-pa-cito”; el estribillo desatado y el recitado de Daddy Yankee. Personalmente, me sobra su entrada, pero a partir de ese “pasito a pasito”, se convierte en otra cumbre de una canción llena de momentos pegadizos. El remix que está triunfando en Reino Unido y EEUU, sin embargo, pierde gran parte de la gracia de la original. Es recargado y artificioso. La participación de Justin Bieber no mejora la canción, precisamente. Él se limita a hacer de maestro de ceremonias, de introductor de Luis a un público anglosajón. Y que cante el estribillo con esa desgana que le caracteriza anula el efecto sensual de la canción. Vamos, que si Fonsi te pone, viene Justin y en un plis te “quita”». Mireia Pería.
«No entiendo el éxito de esta canción. Y no lo digo desde una perspectiva snob o displicente sino desde una insana envidia. Me encantaría que ‘Despacio’ tuviese en mí el mismo efecto que, no sé, ‘Call Me Maybe’ o cualquier otro hit incontestable. Más allá de la intro -graciosa porque recuerda a esa patochada que cantaba Antonio Banderas en ‘Desperado’-, la canción me parece un horror típico de esa producción en cadena que nutre la bandas sonoras de Gran Hermano. No hay absolutamente nada que se quede en mi cerebro tras escucharla y nada que la diferencie de cualquier canción incluida en la recopilación del reality de turno. Y no, el remix no la arregla. Entre los temas capaces de gozar de un éxito a nivel mundial y llegar a todos los públicos hay categorías y ‘Despacito’ está en la misma que ‘La Macarena’, pero muy lejos de ‘Wannabe’». Nicolás del Moral.
«Me agrada la melodía, es pegadiza. Una pieza de pop bien hecho. Creo que ese es su secreto, la melodía, así de simple. No entiendo que haya gente que la odie, hay miles de de «earworms» absolutamente lacerantes que deberían molestar mucho más». Jaime Cristóbal.
«El otro día un conocido tuitero analizaba sarcásticamente la creación de ‘Despacito’ en un hilo. La verdad es que resulta fácil imaginarse así en el estudio a Luis Fonsi (que ni de coña se imaginaría pegar semejante pelotazo) y a Daddy Yankee (al que ni de coña imaginábamos cuando ‘Gasolina’ que casi quince años después estaría involucrado en el sucesor de ‘Macarena’). Más allá de su letra, es innegable que la canción se pega con muchísima facilidad y, personalmente, prefiero esta letra a la enésima «qué mala eres por no querer follar conmigo». ‘Despacito’ se deja de chorradas lastimosas y va al grano hedonista, a lo que se le pide a una canción del verano… porque, con lo que ha conseguido (especialmente desde que se unió Bieber a la canción), creo que no erramos si le damos ya ese título, ¿no?». Pablo N. Tocino.