A sus 23 años, Julia Michaels (de apellido real Cavassos) tiene ya un currículum que te da ganas de llorar al pensar lo que tú has hecho en tu vida: tras componer algunas canciones para Demi Lovato, Selena Gomez (más de la mitad de ‘Revival’) o Fifth Harmony, su gran pelotazo llegó como co-autora de uno de los pepinazos más gordos de esta década, que se llama ‘Sorry’ e interpretó Justin Bieber. Obviamente, a partir de ahí su firma dio un salto cualitativo y se ha convertido ya en una de las compositoras más solicitadas de la industria pop norteamericana. En los últimos dos años ha compuesto de nuevo para Demi y Selena (‘Bad Liar‘, por ejemplo), Shakira (‘When a Woman’), John Legend, Gwen Stefani (casi todo su último álbum), Britney Spears (más de la mitad de ‘Glory’), Linkin Park (‘Heaven’), Little Mix, Rita Ora, Nick Jonas, Zara Larsson, Bleachers…
Así y todo, Julia no tiene suficiente y quiere consolidarse también como intérprete, mirándose en referentes tan variopintos como Fiona Apple, Laura Marling o Paramore. Así que, tras haber hecho varios pinitos para productores EDM de modita como Kygo o Zedd, acaba de publicar ‘Nervous System’, un miniálbum protagonizado por la que es, sin duda, una de las canciones del año. ‘Issues’, producida por Stargate y Benny Blanco, muestra una sutileza poco común en el pop masivo: esas cuerdas en pizzicato que acompañan a su peculiar voz – con esos insólitos giros, entre el jadeo y el grito… ¿alguien dijo Sia?–, son de una clase espléndida, fundiéndose mágicamente con el groove hip hop de la base y sus bonitas armonías vocales. Su letra, dice Michaels, es tan personal –la escribió tras una discusión con su pareja (“tengo fallos, y tú también, y uno de ellos es lo mucho que te necesito”)– que no podía dársela a nadie más para cantarla. “Saber que hay poder en tu vulnerabilidad es la inspiración”, ha dicho ella misma muy acertadamente sobre el espíritu que subyace en este tema.
Pero ‘Nervous System’ es más que ‘Issues’, aunque es palpable que esta ejerce de leve lastre (ninguno de los otros seis cortes alcanza sus cotas). Y, en cierto modo, es coherente, pues Julia Michaels se muestra como una intérprete y compositora lejana en intenciones a las estrellas para las que escribe canciones. En cambio, está en una esfera semejante en intenciones a la de otras jóvenes artistas como Tove Lo, Carly Rae Jepsen (no en vano la producción corre a cargo de Mattman & Robin, artífices de parte de ‘Queen of the Clouds’ y ‘E•MO•TION’), Alex Winston, Sky Ferreira o, más recientemente, Maggie Rogers. Siendo ‘Just Do It’ y la balada ‘Don’t Wanna Think’ correctos pero previsibles, el resto del disco supone una notable colección de pop audaz en la que el clasicismo de guitarras acústicas (‘Uh-Huh’, con su adictivo toque glam), pianos (‘Worst In Me’, de emotiva crudeza) y bajos funk (en la divertida ‘Make It Up To You’) se entrelaza con un empleo divertido de la técnica contemporánea para resultar fresco y pegadizo. Que, además de la calidad, son las claves en el buen pop que, como en el caso de las mujeres citadas antes, es capaz de conectar tanto con públicos muy jóvenes como con los más vividos. Quizá no tenga suerte y tenga que ganarse la vida, pobrecita mía, escribiendo más hits globales para otros, pero no será porque este intento no merezca la pena.