Hace unos días, en nuestro especial de Revelaciones nacionales 2018, que creemos pueden dar mucho que hablar, escuchar, bailar y pensar este año, destacábamos a Nadie canta. Se trata de un grupo de Granada formado por miembros de Trépat, Apartamentos Acapulco y Éter en torno a las canciones y la voz de Carlos Alcántara, que formó parte del grupo Holögrama. Nadie canta publicaba a finales de año ‘Peligro WiFi‘ (La Familia Palmer, 2017), un EP de debut que ellos mismos definen de manera preciosa y precisa: «Nadie Canta son canciones donde la distorsión, los sintetizadores y las cajas de ritmo tejen una telaraña de chicle rosa sobre la que pegar letras millenial que ahondan en cómo las nuevas tecnologías modulan nuestra manera de relacionarnos con lo demás». Si ya está muy bien dicho, para qué decir más.
Y es que Alcántara antes que escritor de canciones es poeta: en 2016 publicó ‘Poemario Google’ («lo conforman sugerencias de búsqueda de Google sin alterar. Yo lo llamo poesía democrática») y acaba lanzar un nuevo volumen, ‘Todo me sorprende’ («poemas que formarían parte de la sección de anuncios o de noticias de cualquier medio de comunicación»), ambos en Alphalpha Editorial. Ese lenguaje particular también se traslada al formato canción, en esas «letras millenial» antes citadas. El mejor ejemplo es el del tema que lo abre, ‘Quiero ser bisexual’, con frases que captan la atención nada más comenzar: «Amigos online, spoilers en las plazas, mi pene.rar / si no tiene estrías, no sabe sumar / si tiene otra cosa, yo no la sé apreciar».
Ahora esta canción, de impacto inmediato también en lo musical, es objeto su vídeo oficial que estrenamos en exclusiva. Una pieza dirigida por Dereck V. Buckle que alterna imágenes de pornografía –planos muy cortos y escogidos, nada explícitos pero evidentes– con otras del propio Carlos. En ocasiones los filtros empleados hacen que se confundan unas y otras, en un efecto curioso. Dado lo llamativo de la propuesta, lanzamos unas preguntas a Carlos sobre el clip y, también, sobre Nadie canta.
El grupo granadino presentará ‘Peligro WiFi’ el 2 de marzo en Sevilla –abriendo para El Último Vecino– y este verano están confirmados en el cartel de Contempopránea 2018, con Lori Meyers, La Bien Querida, La Habitación Roja…
¿En qué momento nace Nadie canta y por qué?
Nadie Canta nace mientras trabajaba en Holögrama, porque quería componer de otra manera y quería hacer canciones en castellano donde las letras tuvieran más espacio o autoridad dentro de la canción, nada más, te estoy hablando de 2016. Entonces, cuando me siento a componer, como resulta que yo escribía poesía antes de componer canciones, empiezo a sentirme muy cómodo escribiendo y describiendo lo que veo o lo que me sugiere lo que veo, y resulta además que en este punto hay interés porque no todos los artistas que trabajan bien con la música lo hacen también bien con la palabra; en este punto tengo ventaja porque desde siempre he procurado estar en contacto con la poesía, de hecho hace poco he publicado ‘Todo me sorprende’ (Alphalpha, 2018), mi segundo libro conceptual de poesía y que va muy en consonancia con la estética y el discurso de Nadie Canta. De este modo intento aunar la música, el arte conceptual, la literatura y el apartado visual o escénico, y no me refiero solamente a un videoclip sino también nuestra actuación en directo.
Es un nombre curioso para un grupo de pop en el que alguien canta. ¿De dónde sale?
Hay un cuadro yo diría que muy conocido de René Magritte en el que hay una pipa dibujada y debajo está escrita la frase “ceci n’est pas une pipe.”; por otro lado el nombre también dice lo contrario de lo que hay o, como en el caso del cuadro, lo completa o complementa. Luego recordé que había una chirigota de los carnavales de Cádiz que en su discurso achacaba que los únicos artistas que quejaban de las desgracias del pueblo andaluz eran los artistas de Cádiz, y de alguna manera me recordó al nombre de Nadie canta no en el fondo sino en la forma: si yo digo que nadie canta es como si dijese que solamente canto yo.
Asumo que el “cabrón de Blablacar” al que alude la letra de ‘Quiero ser bisexual’ guarda una historia real detrás. ¿Nos la podéis contar? ¿No será Álvaro de Marichalar, again?
Jejeje, no conozco ese caso. Esta frase me la nombran mucho quien ha escuchado las canciones y la verdad es que es una puerta a la sugestión, por eso me gustó y la escogí para la canción: se pueden sentir aludidas/os tanto conductores como pasajeros como la misma marca, por eso tiene valor para mí. Me gusta la riqueza de las palabras o expresiones que apuntan a muchos horizontes a la vez.
Más allá de las líneas llamativas sobre sexo y drogas de ‘Quiero ser bisexual’, parece que refleja un poco lo vacío de muchas personas en la era del 2.0, ¿no? ¿Es un poco el eje de todo el EP ‘Peligro WiFi’?
Creo que has dado en el clavo. Solo un inciso, porque yo no hablo de lo vacío: quiero decir que cuando hacemos el juicio de que algo está vacío es porque lo comparamos de otras cosas que sí están llenas, pero ¿llenas de qué? Supongo que el vacío estará lleno de otras cosas. Como he dicho antes, intento describir lo que capto, aunque no puede controlar cómo se perciben las canciones, no creo que transmitan un clima apocalíptico, sino que se reciben como aclaraciones.
¿Y cómo surgió la idea de ese vídeo? Parecen escenas de vídeos porno pero en planos muy cortos y nada explícitos. ¿Qué premisa teníais con él?
La idea era usar imágenes pornográficas que no fuesen explícitas, en parte porque la pornografía es una industria que muchísima gente apoya a través de su consumo y por lo tanto no hace falta ser explícito para que sea reconocible. Curiosamente es algo de lo que no nos sentimos cómodos hablando y es un producto de consumo habitual y extendido. Hay un cortometraje de los años 60 del artista Takahiko Iimura al que le pone música Yoko Ono que se titula ‘Love’ y que fue muy revelador encontrarlo porque se parecía a la idea que estuvimos madurando.
¿Cuáles son los planes de Nadie Canta a corto plazo?
Publicar material, sacar edición física, dar conciertos, ensayar, componer, rodearnos bien.