La segunda jornada de Heineken Jazzaldia dio comienzo a mediodía con la programación infantil del Txikijazz, que este año se presentaba como novedad, y ofreció un taller de percusión para el público más joven. Por el teatro Victoria Eugenia pasó el pianista neoyorquino Vijay Iyer en formato trío mientras que en la Plaza de la Trinidad se dieron cita The Swallow Quintet y Jorge Pardo con su espectáculo de flamenco contemporáneo ‘Huellas XL’.
En los escenarios gratuitos el público esperaba a Belako bajo un chirimiri que apenas se detuvo en toda la noche. La joven banda de Mungia (Bizkaia) está suponiendo todo un fenómeno local, ya que desde que presentó su disco el pasado febrero no ha dejado de tocar en salas y festivales. Belako mezclan el new-wave con un punk-rock que suena fresco e hipnótico. Sus cuatro componentes (Lore, Cris, Josu y Lander) se mostraron seguros sobre un escenario que poco a poco fueron haciendo suyo y desde el que repartieron toda la energía que ciertamente les sobra. En apenas una hora despacharon los temas de su disco ‘Eurie‘ («Lluvia»), aunque reservaron alguno para los bises, como el estupendo ‘Sea Of Confusion’ y un par de temas nuevos. Nunca un grupo con una carrera tan corta había formado parte del cartel del Escenario Verde del heineken Jazzaldia. Atentos a la evolución. ¿Hype o promesa?
En los aledaños de la Zurriola actuaban las bandas locales Makala Jazz Funk Band y No Güeif Quarter aunque finalmente nos quedamos con los hip hoperos, también de Donosti, Gallinero All Stars. Con sus amenas letras sobre conocidas bases funk y disco, ofrecieron un espectáculo divertido y de lo más bailable.
Y llegó el turno de Elvis Costello & The Imposters. La lluvia, aunque fina, no dejó de caer y aunque no se llegó a congregar a la multitud que consiguió reunir Jamie Cullum el día anterior, un buen número de público aguantó hasta el final (10.000 asistentes según la organización). Mientras recordábamos su paso por la Plaza de la Trinidad en el Jazzaldia 2010 (aquella vez sin los Imposters), Costello y su banda aparecían puntuales, bajo una cálida luz roja, sobre el Escenario Verde.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando dedicó unas palabras a las víctimas del accidente de tren de Santiago de Compostela, seguidas del tema ‘Shipbuilding’, que fue acompañado en solitario por el piano. Grandes fueron los temas ‘She’ (de Charles Aznavour), ‘High Fidelity’ o ‘Almost Blue’ que dedicó a su esposa, Diana Krall, que actuará el próximo domingo en el Kursaal. También sonaron ‘Red Shoes’ y ‘Peace, Love and Understanding’ de Nick Lowe, a la que le añadió una parte que pseudo-versionaba el ‘Purple Rain’ de Prince. Asistimos a un concierto algo diferente al de hace tres años, pero Costello no ha dejado de ser el gentleman de siempre, cautivador y marcando su propio estilo. Un clásico que no hay que dejar de ver si se tiene oportunidad.
Foto: Juan G. Andrés