A la espera de que La Monja Enana, uno de los grupos más vagos que conocemos, se decidan a grabar su primer disco de estudio, el año pasado se publicó un poco por la puerta de atrás este recopilatorio de singles y rarezas llamado ‘Un secret terrible’. Pensado para el público francés aprovechando una actuación en París, Elefant se hizo eco de su lanzamiento y así, por primera vez, pudimos disfrutar en un solo disco de canciones como ‘Me enamoré de un robot’, ‘Números’, ‘Estrella fugaz’ o las versiones de Pegamoides y Family (‘Al otro lado’ era de las mejores del homenaje). Para mí su sonido marca la diferencia entre la excesiva democratización del tecnopop, con una serie de grupos imposibles, y los grandes, como Aviador Dro, con quienes han colaborado varias veces. Las letras, con referencias a los críticos musicales u homenajes a ‘El Museo’ de Vainica Doble en ‘Por amor al arte’, tienen bastante gracia. No cualquiera puede colocar un EP como single de la semana en el desaparecido semanario británico Melody Maker como ellos consiguieron con ‘Pídeme un deseo’, seleccionado además por Ben Folds Five. Por algo será. 8.