Ayer se filtró a la prensa una noticia sobre Lily Allen tan inesperada como increíble: la cantante está embarazada de su primer hijo. El papá no es otro que su actual pareja, el Chemical Brother Ed Simons, y ya está de 3 mesecicos. Se supone que ambos están entusiasmados con la noticia y que ella, a sus 22 años (el padre tiene 37, toma ya) está deseando ser madre. No lo demostró mucho en el concierto del Summercase de Madrid, borracha como una cuba y fumando sin parar, o cuando la echaron de una entrega de premios por hablar muy alto dado su estado de embriaguez. Pero seguro que a partir de ahora adoptará unas costumbres mucho más saludables -se supone que debería- y será una encantadora mami que cantará unas bonitas nanas electrónicas a sus retoños. Eso o… ¿estaremos ante una nueva Britney?