Impagable la actuación de ayer de Chimo Bayo en el Plan Travesti. Yo nunca había asistido a este evento, que me pareció ciertamente divertido, aunque no dejase de soprenderme la cantidad de gente que trasnocha los domingos en Madrid. La presencia del DJ valenciano en el escenario se retrasó bastante, pero la espera mereció la pena.
Ataviado con su gorra de luces y la indumentaria que le popularizó, Chimo demostró que sigue vivo. Injustamente denostado por lo que alguien bautizó como «ruta del bakalao», interpretó los que ya son himnos como ‘Así me gusta a mí’ (número 1 en Japón e Israel), ‘La Tía Enriqueta’ o ‘Bombas’.
Antes de que todo se banalizase y etiquetase, hubo un tiempo en que Valencia fue un auténtico hervidero underground. Aún guardo los casetes con las sesiones (algunas disponibles en soulseek) de Chimo Bayo en la discoteca Arsenal y El Templo.
No pinchaba máquina, ni siquiera lo que se conoció como bakalao. Chimo Bayo fue un pionero del tecno industrial (el Electro Body Music) en España y que se escuchaba por entonces en países como Alemania, con grupos tan destacados como Front 242 o Nitzer Ebb.
Lamentablemente, de la vocación transgresora y de sesiones en las que se podía escuchar a Joy División, Tom Waits, Dead Or Alive… se pasó a una industrialización del ocio y al inicio de la leyenda de la ciudad que no duerme.
El propio Chimo Bayo lo describió perfectamente en un reportaje que publicó el suplemento de La Luna: «La mediocridad se apoderó de Valencia. El sonido se banalizó y tomó velocidad. Y la culpa fue de los sellos. Los DJ’s no componían la música que querían por la coacción de la industria».
El bakalao se convirtió en negocio y se inició un imparable descenso a los infiernos en el que la prensa contribuyó a una satanización de la ruta destroy. Tras esta criminalización (drogas, accidentes de tráfico…), toda una generación (en la que me incluyo en cierta medida porque viví durante cinco años en Valencia) inició un singular flashback que en la ciudad del Turia se bautizó «remember» y que recupera grandes éxitos de los 80. Aún hoy siguen sonando en algunas salas de Valencia esta música y que a mí me permitió descubrir a bandas tan geniales como Mood Six o Bauhaus.