Ya volvemos con el tema de la democratización de la alta costura… Tema que no existe porque las palabras «alta costura» y «democratización» son tan contradictorias que nunca pueden ir juntas sin ser aberrantes, pero nada, que se empeñan en vendernos al pueblo llano que podemos comprarnos haute couture como si fuera el Sepu. Todo esto viene de la mano de la cadena sueca H&M, que vuelve a contar con un gran diseñador (dos, en este caso) para sacar una colección limitada.
El primero fue Karl Lagerfeld, que prestó un poco de su escaso tiempo para diseñar una minicolección. La relación entre el kaiser y H&M terminó un poco como Puerto Hurraco porque al buen hombre no se le ocurrió otra cosa mejor que decir que habían fabricado su colección en tallas demasiado grandes. Da la impresión de que ya se le ha olvidado que hace unos años pesaba cincuenta kilos más, pero personalmente me parece muy divertido e increíblemente snob que Lagerfeld ponga el grito en el cielo por el tamaño de las tallas. La pasada temporada otoño-invierno fue Stella McCartneyla que se apuntó al carro de la alta costura para el pueblo. Ambas colecciones se agotaron prácticamente a las dos horas de ser puestas a la venta, quedando sólo tallas microscópicas o gigantes y cuatro trapos mal cosidos. Las mejores piezas buenas volaron, según me cuentan mis fuentes fidedignas, en brazos de los estilistas que hacían cola dos horas antes de abrir las puertas el día que las colecciones salían a la venta. Un espectáculo.
Los terceros en prestar su arte a una causa tan noble como la democratización de la alta costura son los holandeses Viktor and Rolf, que a partir de noviembre de este año tendrán una colección masculina y femenina de edición limitada en tiendas de H&M de Europa, América del norte y Oriente Medio. Eso sí, en tiendas seleccionadas, como ya hicieron con Lagerfeld y Stella.
Sería realmente bonito poder llevar ropa de Viktor and Rolf, al igual que prendas diseñadas por Lagerfeld o la hija de Paul McCartney, pero lo cierto es que las ediciones limitadas que producen para H&M poco tienen que ver con lo que hacen estos diseñadores de verdad. Yo ya había hablado del asunto de la calidad H&M en otro post, así que por mucho que la colección de V&R vaya a ser sensiblemente más cara que el resto, mantendrá la línea de calidades que tan famosa ha hecho a la marca sueca. Por otra parte, se repetirá lo que sucedió las dos veces anteriores: que las prendas más interesantes se agotarán en cuestión de horas (aún recuerdo la americana de lentejuelas de Lagerfeld… inexistente) y sólo quedará lo peor y en tallas imposibles. Eso sí, las piezas más buscadas se pueden encontrar a precios estratosféricos en eBay. V&R son famosos por experimentar con los volúmenes y las formas; veremos si con las telurrias de H&M pueden dejar volar su imaginación como con su colección de verdad…
De momento, habrá que esperar a noviembre para ver si mis nefastos augurios sobre Viktor & Rolf para H&M se cumplen, pero en los dos casos anteriores se cumplieron y con creces. Ahora se rumorea que se está negociando esto de la haute couture para pobres también con Prada, aunque de momento son sólo habladurías.