Hoy hace 25 años que MTV emitió su primer vídeo, el muy apropiado ‘Video killed the radio star’. Desde entonces, somos muchos los que siempre hemos querido ver en nuestras casas la cadena musical, los que hemos presumido delante de nuestros amigos cuando hemos podido sintonizarla y los que hemos seguido, consciente o inconscientemente, sus modas. Todavía recuerdo con cariño aquella campaña ligada al vídeo de ‘No scrubs’ de TLC según la cual si tus calzoncillos no se veían por encima de tus pantalones caídos, no eras «cool».
Gracias a MTV, el concepto de música cambió. La imagen, que ya era fundamental en el mundo del pop, pasó a ser indispensable, y el realizar un videoclip, de un complemento promocional a una obligación sujeta a unos cánones estéticos muy determinados. Todos hemos crecido con los bailes de Michael Jackson y Madonna, vivido la explosión del grunge y del hip-hop e independientemente de cuál fuera nuestro estilo, disfrutado de un nuevo arte vinculado a la música pop (hoy en día es común que se vendan DVD’s de directores de videoclips como Michel Gondry).
Es una pena, en cambio, que todos, cuando hayamos sintonizado la cadena, hayamos vivido sí o sí una de las mayores decepciones de nuestra vida. Y no me refiero a ese mercantilismo lleno de vaqueros, bebidas refrescantes y tecnología en el que paradójicamente acabaron inmersos Nirvana o tanto asqueó a Pearl Jam; sino a las horas de emisión que sufrían en los 90 algunos de nuestros programas favoritos, como MTV Alternative o MTV Live. El resto terminaba siendo realmente insoportable.
Es indudable que MTV nos ha dejado sabrosos momentos de la historia de la música (uno de mis favoritos, Courtney Love irrumpiendo en una entrevista de Madonna, es el que he seleccionado); pero hoy en día, con Internet, ya no tenemos que esperar hasta las 3 de la madrugada para ver el nuevo vídeo de Hot Chip; ni tenemos que tragarnos cada 35 minutos el gran, gran vídeo de Christina Aguilera; ni tenemos que sufrir la forzada entrada del hip-hop que nunca llegó a cuajar realmente en Europa… De las emisiones de MTV España, teniendo en cuenta lo modernísimo y trendy que es nuestro mainstream, mejor ni hablamos, ¿verdad?.