Sweden, 12 points?

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Sweden, 12 points?

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Los grupos suecos en general y en concreto del sello Labrador, que está acogiendo a nuevas bandas como Sambassadeur o Irene, están en boca de todos. Sin embargo, la verdad es que nuestros intentos por hacer un top 10 de nuestras bandas favoritas suecas del momento han sido infructuosos. Aunque algunos preferimos claramente a Radio Dept y Le Sport frente a The Kooks y Arctic Monkeys, también nos parece que de muchos de estos grupos poco o nada sabremos en unos cuantos meses, si es que realmente llegamos a engancharnos a sus «genialidades» actuales.

Si un hype es cuestión de número, Suecia gana por goleada. Desde luego, ser sueco, tener 50 años y no tener un hijo en un grupo en estos momentos debe ser bastante freak. Sin embargo, si es cuestión de calidad, el equipo JENESAISPOP en su conjunto no está demasiado «entusiasmado» por este fenómeno en general. Repasamos sus ventajas e inconvenientes.

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Ventajas:

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-La reivindicación de un tipo de pop de raíces sesenteras, folkies y naif que nos gusta desde siempre. Los que pensamos que Saint Etienne están infravalorados y Oasis, que empezaron siendo sus teloneros, sobrevalorados, estamos encantados de que exista este «movimiento». Para muchos I’m from Barcelona pueden ser unos payasos. Para nosotros, estos payasos ñoños son los que mejor saben construir una buena melodía pop. ¿Pruebas? ‘Treehouse’, escalofriante incluso después de 100 escuchas.

-La reivindicación del electropop irónico pero bien hecho. Con tanta mamarracha junta en España, se nos olvida que el género, aparte de divertido, puede ser elegante y evitar ordinarieces gratuitas. Como el ‘Show me your penis’ de Le Sport y su tributo, nada casual, a Pet Shop Boys.

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-El simple hecho de que exista una alternativa al hip-hop y al rock de raíces setenteras que inundan la escena. Las Pipettes no son suecas, pero en una onda parecida, denuncian que los Beatles han causado más daño que beneficio a la música, por la cantidad de grupos mediocres de 4 chicos que ha exportado el Reino Unido después. Los grupos suecos de este hype no suelen ceñirse a la estructura de chico blanco joven y desgarbado a la voz, chico blanco joven y desgarbado a la guitarra, chico joven blanco y desgarbado al bajo y chico blanco joven y desgarbado a la batería. De hip-hop ya ni hablamos, estoy harto de que sea el pop de nuestro tiempo.

-Que exista un sello tan coherente y de buen gusto como Labrador, desde luego no puede ser sino positivo para la música. Bravo por ellos.

-La variedad de estilos. Johan Angergård, de The Legends, Acid House Kings y Club 8, ha demostrado ser uno de los compositores más versátiles del mundo. Pero es que también hay grupos de pop de chicas a lo Sugababes interesantes, como Cat5 o PayTV, o grupos de pop que beben de diversas fuentes como Tribeca. Y a pesar de todo esto, la facilidad por la melodía y el estribillo prevalece sobre todo.

Inconvenientes:

-Un movimiento suele producirse por el lanzamiento de un disco enorme: el ‘Blue Lines’ lanzó el triphop o el ‘Nevermind’ el grunge, aunque en ambos casos obviamente existían antecedentes. En el caso del pop sueco, no creo que nadie se ponga de acuerdo en señalar una obra capital y significativa. Pero lo que es peor, es difícil encontrar algún disco que enganche desde el principio hasta el final. ¿Acaso estamos en esa fase previa al lanzamiento de un disco que realmente marque una nueva era? Lo que nos lleva al inconveniente número 2.

-Ninguno de los grupos suecos mencionados ha inventado nada. Ni siquiera han reinventado nada. Todo lo que podemos decir de Suburban Kids with Biblical Names es que nos encantan porque recuerdan a Magnetic Fields, o que curiosamente Sambassadeur recuerdan en una canción, oh, qué curioso, a Jesus & Mary Chain. Y esto no marca un antes y un después en la música.

-La durabilidad. Teniendo en cuenta el ritmo de bajada de discos que llevamos algunos, con una montaña de discos pendientes por escuchar constante que no se reduce ni pa’tras, podemos aventurar que la mayoría de estos discos acumularán en breve el mismo polvo en nuestras estanterías que ahora mismo acumulan los discos de CocoRosie, la Black Rebel, Clap your hands say yeah o Annie. ¿Cuántos de estos grupos suecos llegarán a editar 5 discos buenos y distintos como sus compatriotas los Cardigans?

-El fenómeno Myspace: ¿Está beneficiando a la música o perjudicándola? ¿Volvemos al cuantos más grupos mejor? Que todo el mundo pueda subir sus canciones, gusten y se produzca un fenómeno social es ciertamente muy bonito, pero ¿a nadie frustra seguir cientos de recomendaciones de grupos y, entre tantos, no encontrar ni uno que se salve? Personalmente creo que el disco completo más decente salido de este fenómeno, por no decir el único, es el de Lily Allen, que no es indie, ni siquiera es maja, más bien es una asquerosa, está en una multi y además no es sueca.

-El tiempo que perdemos en prestar atención a esta música sólo por la novedad. ¿No sería mejor echar la vista atrás y recordar a artistas sin Myspace como Georges Moustaki, Burt Bacharach, The ShanGri-La’s, Roger Nichols, Françoise Hardy, la ELO…?

-El «yo lo descubrí»: Unido a los puntos anteriores, parece que es más urgente ser el primero en descubrir un grupo nuevo que prestarle la atención que merece a otro disco que ya conocemos. ¿De verdad son mucho mejores los singles de LO-FI-FNK que los últimos singles de los Strokes?

-Buen pop en Suecia ha habido lo que viene siendo siempre. No creo que haga falta mencionar al que es uno de los mejores grupos de pop de todos los tiempos… ¿Qué hay de nuevo en todo esto?

-En otra escala, el no poder comprar estos discos en la tienda por su pésima distribución. El pop sueco está al margen de ese proceso casi místico que aún a algunos nos encanta: darnos un paseo por el centro y poder comprar el disco favorito del momento.

Conclusión:

Disfrutemos de los discos y de las canciones porque sí. A veces es mejor no pensar…

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