A finales de la pasada primavera, bajo el pseudónimo de Cristina Georgina, veía la luz el disco en solitario de Almudena López, ‘Mapa Mundi’. Miembro de las inolvidables Escarlatinas y 50% de Mate, Almudena presenta un mundo pop de poéticas imágenes urbanas en las que han colaborado los que se esperaban: Alberto Matesanz (Mate, Plastic D’Amour), Sergio López De Haro (Kiki D’Akí), Miguel Ángel Villanueva (Los Brujos), Violeta Gómez, Pablo Jiménez (Pulpops, Soberanos) y Charlie Misterio (Los Caramelos).
‘Mapa Mundi’ no deja de recordar al ‘A todo color’ de Las Escarlatinas. Producido también por el tándem Leal-Guiscafré, nos cuenta más de lo mismo pero con una dosis más grande de melancolía y misticismo, imágenes que describen un universo de calamidades, esperanzas y contingencias amorosas envueltas en cuidados arreglos y melodías curiositas.
La languidez de la voz de Almudena no siempre acompaña a la grandeza de algunas de las composiciones, lo que provoca un resultado algo decepcionante después de intentar durante semanas pillarle el punto al disco. Nada comparable al ‘Espejos’ que Bel Divioleta, también escarlatina, publicaba el otoño pasado; disco que, salvando alguna letra debilucha, es para un sobresaliente desde la primera escucha. De ‘Mapa Mundi’ rescataría para la posteridad ‘El amante de Connie’, ‘Tanta incertidumbre’ y los fantásticos arpegios de ‘Todos vamos perdidos’, quizá también la carga visual de ‘Desde el ático’ y, por qué no una más, ‘Vanidad fatal’. El resto se me antoja un pasatiempo de esos que se resisten -gusta pero desespera- del que disociaría radicalmente música, versos y voz. 6,5