El quinto disco de los islandeses GusGus puede ser a la temporada lo que a la pasada fue el de Ellen Allien con Apparat. Abre ‘Forever’ ‘Degeneration’, techno tímido aderezado con una repetitiva sección de cuerdas, y le sigue lo que sería la pista de lo mejor que contiene el álbum: las voces de varias divas de raíces negras, dando a las canciones un toque soul similar a lo que tantos grupos de música dance, como Basement Jaxx, han hecho en los últimos años. ‘You’ll never change’ completa su condición de hit con algún guiño electrizante a Richard-X.
El primer single, ‘Moss’, de Daniel Agust, que el grupo presenta como una «historia de amor, sobre la importancia de dar al prójimo el amor que merece», contiene ese lado humano del que carecen instrumentales como ‘Lust’. Tampoco lo pretenden, claro, pero es que esa parte más progressive del grupo aburre bastante más que otros también instrumentales como ‘If you don’t jump (you’re English)’, con ese sample de un tema punk islandés de los años 80. Lejos de sus inicios trip-hop y pop, GusGus gana en sofisticación, pero no siempre en divertimento. La personalidad quizá nunca la tuvo. 6.