Desde hace un par de años, en el mundo de la moda se habla mucho de un tal Gareth Pugh. Los expertos le «acusan» de haber revitalizado la moda británica y, con ella, la europea y de ser el próximo Alexander McQueen recién salidito de la Central Saint Martin’s. Hace unos días trajeron a Bilbao al jovencísimo Pugh para hacer un desfile en el Guggenheim para celebrar el 10º Aniversario del Museo. Allí tuve la oportunidad de apreciar su ropa en directo y, lo mejor, de tenerlo lo suficientemente cerca como para que se me cayera el mito y me naciera la admiración por un gran profesional. Cara a cara, con sus (como mucho) cincuenta kilos de peso, sus botas militares de caña alta y su mirada inocente, quien podría ser ya un divo excesivamente mimado por la prensa, era una persona humilde y con la cabeza muy bien amueblada. Y eso le hacía más grande que toda la fama que le precedía.
Gareth nació en Sunderland hace sólo veinticinco años; con su título de la Saint Martin’s aún calentito ya empezó a desfilar en la London Fashion Week, sorprendiendo a todo el mundo con su exhuberante imaginación, su concepción tétrica y a la vez teatral de la moda y su factura impecable. Sus creaciones son imponibles, mágicas y abrumadoras, como salidas de otro mundo, y en efecto no son el modelo más adecuado para ir a trabajar. Ahí es precisamente donde radica su éxito: en la irrealidad que transmiten.
A pesar de lo complejo de su ropa, Gareth ya ha empezado a vender ropa a algunas celebrities, y no le da vergüenza reconocer que fue Kylie Minogue la primera famosa que se dignó a pagarle un traje, concretamente ese de gallina Caponata que lució en su última gira. Tal y como funcionan las cosas, lo más seguro es que el británico no se forre demasiado vendiendo la ropa con su propio nombre; más bien, será su campo de pruebas para dejar volar su imaginación y hacerse un nombre hasta que un Dior Homme o un Yves Saint Laurent lo fichen para revitalizar alguna de sus líneas y ya por fin se haga de oro. Ahí es cuando ya podremos hablar del nuevo McQueen, Lagerfeld o Galliano. Tiempo al tiempo…