No podíamos dejar de comentar la película de la temporada. Ayer, exactamente tres miembros de JENESAISPOP se colaron en el estreno, y salieron de él con opiniones muy diferentes. Así que, a pesar de que los dos a los que les encantó se oponían, no podíamos dejar de presentaros las dos opiniones juntas, para que cada uno se quede con la que desee, sobre todo en previsión de lo que será la opinión general de los que hacemos esto (cuando vean la peli, que andamos todos con las vacaciones arrejuntás -de ahí esta escasez actualizadora– y no hay forma). A pesar de que ambas opiniones sean contrarias, hay una cosa en la que los tres coincidimos: hay que verla. Y es que, por muchas opiniones contrarias que se tengan, es innegable que los Simpson nos han visto crecer, forman parte de nuestras bromas y de nuestra adolescencia. ¿Qué menos que concederles ese favor? Las opiniones, después del salto.
A favor: No podíamos tener menos expectativas respecto a una película que las que teníamos en ésta. Viendo la calidad de los últimos capítulos emitidos, uno de noventa minutos podía ser poco menos que el infierno. Amenazaba con ser lo peor, pero tuvimos que tragarnos nuestras nefastas predicciones después de ver que ‘Los Simpsons, la película’, está a la altura de los mejores tiempos de la serie. Prácticamente empieza el film y ya las carcajadas se van sucediendo las unas a las otras. Homer está sobrado, es más despreciable, metepatas y patán que nunca; él, como era de esperar, es el gran protagonista y culpable de toda la acción de la película. La verdad es que resulta un alivio cómo los creadores han sabido reírse de sí mismos y de los espectadores críticos desde el minuto uno de metraje (la primera frase de Homer es «me aburro»), y no se cortan en dar un merecido ladrillazo a todos aquellos que afirman aquello de que para qué pagar por algo que puedes ver gratis en televisión. Allá cada uno con su conciencia, pero sería una estupidez no aprovechar la oportunidad de vivir la experiencia de ver -en compañía- este placer onanista que siempre hemos practicado en solitario en el sofá de nuestra casa. Destacaríamos cómo los guionistas se lo han montado para que aparezcan todos y cada uno de los personajes de Los Simpsons, y que cada uno tenga su frase o su escenita. Hay algún cameo que otro, sorpresas debidamente dosificadas, una muerte, revelaciones inesperadas como una salida del armario y un ritmo trepidante de desastres que hacen que la hora y media se pase volando. Y riendo. Parece que los guionistas se han guardado sus mejores gags para este momento, y de hecho ha merecido la pena. Sólo por ofrecernos al cerdo araña se merecen un sobresaliente. Prueba superada. 8,5. Patata y Piscu
En contra: Matt Groening confesó en una ocasión que estaba haciendo la película de los Simpsons para ver si la gente dejaba ya de pedir que hiciese más y más capítulos, porque estaba aburridísimo ya, y que él, de quien realmente es fan, es de Futurama. Se nota, se nota. Y es que la película es infumable. No voy a negar aquí que tiene algunos puntos de despelotarse, pero de verdad, es muchísimo peor que el peor capítulo de la serie americana que os podáis imaginar. Fantástico ese principio con Homer hablándole al público, fantástica esa frase que escribe Bart en la pizarra, pero ahí empieza la ida de olla. Mal la trama, que está cogida con alfileres y de hecho, carece completamente de sentido. Es tan evidente que los guionistas tenían que meter a todos los personajes, que algunos giros son de verdadera vergüenza ajena. Yo no esperaba menos que eso en una película que tiene como protagonista a una familia ida de la cabeza, pero al menos me esperaba reírme cada poco. Pues resulta que no, que casi ninguna de las bromas pasa de jeje y ya. Eso por no hablar de los momentos pastelosos de la peli, que en la serie su creador destrozaba con alguna broma… Pues no, aquí se quedan lacrimógenos tal cual. No le he visto ni la ironía ni la sátira por ningún lado, aparte de la facilonga relativa a las política y similares. Qué pena, porque iba predispuestísimo a que me encantase. Por cierto, conviene quedarse hasta el final de la película, porque los títulos de crédito están aderezados. Ah! y un gran saludo para ese personaje que me destrozó la película a base de explicarles a sus hijos pequeños cada una de las bromas, en plan «Mirad, el título del speech de Lisa es muy parecido al documental de Al Gore, ese de Estados Unidos tan importante» y cosas por el estilo. Caballero, en el cine… ¡¡¡no se habla!!! 3 Farala