Era como la quinta vez que asistía a un concierto de cada uno de estos dos grupos, así que no esperaba grandes sorpresas de ninguno. Aunque Stereo Total suelen estar graciosos, en los últimos conciertos que les había visto tampoco había pasado nada especial, y como el último disco de L-Kan es mejor que el último disco de Stereo Total, esperaba poco de estos. Me equivoqué. L-Kan estuvieron muy divertidos, como siempre, pero Stereo Total ofrecieron el mejor show que les he visto, con la colaboración de Belén Kan, haciendo una versión de La Casa Azul, tirándose al público, colgándose de los tubos del 8… La liaron parda. La persona que me acompañaba, que nunca los había visto, no dejaba de decir: «Estoy flipá«.
Primero tocaron L-Kan. Belén salió llena de encajes porque había leído que estaban de moda y bromeó sobre la autoinvitación que había recibido para tocar con Stereo Total. Repartieron donuts de fresa en ‘Señora’, recuperaron algún hit antiguo como ‘Gayhetera’ o ‘Aburrida de estar tan salida’, subieron a uno de esos muchachos de 18 años que van al 8ymedio y le tiraron a los brazos del público y por supuesto tocaron la preciosa ‘Todo lo que no’, definitivamente su mejor canción, en la que precisamente mencionan a Stereo Total. El himno ‘Yo ya no’ sigue modificando su letra. Tomad nota. «Yo ya no tengo Facebook».
Como L-Kan jugaban en casa pensé que la gente se iría a los bares cuando tenían que salir Stereo Total, que no son tan famosos. Pero no. El 8 estaba lleno, de hecho mucha gente se quedó sin entrada (nosotros intentamos avisaros) y lleno se quedó para verlos a ellos. Presentaron su música, como siempre, como una mezcla de pop, electrónica, rockabilly, todo eso y tocaron muchos de sus hits, a veces todo en playback, a veces Brezel o Françoise a la guitarra, o él a los teclados y ella a la batería. Siguen preguntando al público si quiere que canten en inglés, español, alemán o francés, pero lo mejor no es el repertorio, en el que no fallan ‘National 7’, ‘Für Immer 16’ o ‘Musique Automatique’. Lo mejor fue lo locos que están sobre el escenario.
Brezel ya se mostró desatado aporreando las baquetas en ‘Party Anticonformiste’ con todo lo que pillaba por la sala: los focos, los tubos, las columnas… y quedó fenomenal. También le dio envidia el muchacho de 18 años que había pasado de una tarima a otra subido en los brazos de la gente e hizo lo mismo a pesar de que pesaba un poco más. En mitad de un tema en español, el de «Quiero ser plástico», invitaron a Belén a cantar con ellos en lo que parecía una acción bastante improvisada, y siguieron con una versión de La Casa Azul, ‘C’est fini’, que como era de esperar, provocó el delirio general.
Y se guardaron lo mejor para el final. Tras volver a invitar a Belén para ese show que suelen hacer ellos con ‘L’amour à trois’, empezaron a subir gente del público, incluidos unos megafans obsesionados con hacer sonidillos con uno de los artilugios del grupo, hasta que los seguratas del 8 pensaron: «hasta aquí hemos llegado» y no subió nadie más… excepto un muchacho de blanco que después de mucho suplicar, consiguió acceder al micro y se marcó un rap (o algo así). Nadie se podía creer lo que veía. Un diez.
Gracias a despop por las imágenes.