Al hilo de la explosión de la burbuja conciertil de la que se lleva tiempo hablando, El País publica hoy un artículo en su portada en el que se vuelve a reflexionar sobre el duro verano que viven muchos grupos españoles en la carretera. Grupos que cobraban 80.000 euros por bolo, como El Canto del Loco o Amaral, han tenido que rebajar su caché a 50.000. En general, según el artículo, las bandas han tenido que reducir su número de conciertos (de 40 o 60 a 15) o incluso tocar por menos dinero a riesgo de no recuperar su caché la temporada que viene.
Del texto del periodista Lino Portela se desprende que el fondo del problema está en los ayuntamientos, cuyo presupuesto para conciertos ha bajado un 60% respecto al año pasado. Esta medida apenas afecta a los que cobran unos 10.000 ó 15.000 euros por bolo, pero ha perjudicado a los que cobran más. Tibu, representante de El Canto del Loco o Marta Sánchez, tiene claro quién es el responsable de este año tan desastroso para la música en directo. «Lo público ha matado al empresario privado. Todo empezó cuando llegó Tierno Galván al Ayuntamiento de Madrid. Lo que a priori era una idea buenísima [que lo público invierta en cultura] ha hecho que desaparezca el empresario privado. ¿Cómo convences a alguien de que vaya a un concierto y pague 20 euros si dos días después lo tienes en el pueblo de al lado gratis por las fiestas patronales? Eso no ocurre ni en los toros ni en el fútbol».
Unas ideas interesantes, aunque por polemizar, ya sabéis, recordamos el concierto que los Smiths, durante su mandato, dieron gratis en las Fiestas de San Isidro de Madrid en 1985, que podéis ver íntegramente aquí abajo (con impagables subtítulos de las letras, en parte), y sobre el que podéis leer unas anécdotas en Música en la mochila.