La poca gracia que hubiera podido tener la hipotética actuación de Karmele Marchante en Eurovisión la perdió anoche cuando apareció en ‘Sálvame’ para leer un manifiesto en el que acusaba a TVE de «fraude contra la ciudadanía soberana y libre», hablando de «anticonstitucionalidad», pidiendo «la dimisión de las personas del ente que hayan participado en este dislate» y anunciando que va a organizar un contrafestival. Además, Telecinco ha colgado en su web un manifiesto que contiene frases espeluznantes: «Consideramos inaceptable, antidemocrática e inconstitucional la decisión de RTVE de descalificar a algunos de los legítimos candidatos a participar en Eurovisión».
Todo esto va en serio porque en el vídeo que aparece en la web de Telecinco, Karmele tiene que contener las lágrimas. La cadena tiene toda la razón del mundo en que TVE tendría que haberse dado cuenta de que ‘Soy un tsunami’ vulneraba las normas de la UER al estar inspirada abiertamente en canciones populares y por tanto no ser enteramente original, pero por lo demás, lo cierto es que de hecho la canción no es válida para el festival porque vulnera las normas desde el principio y por tanto tenía que ser descalificada.
Y más importante aún, Karmele tiene que aprender la lección número 1 si quiere ser una «popstar queen» de verdad y es que una «popstar queen» nunca, jamás, tiene que tomarse tan en serio a sí misma. Y menos en estas circunstancias.