Dev Hynes dio un cambio radical e inesperado en su primer largo en solitario, ‘Falling Off Lavender Bridge‘, tras la disolución del trío de post-punk Test Icicles, en el que se dio a conocer en aquellos años en los que Bloc Party eran lo más. En aquel debut las canciones de Hynes eran una suerte de pop-folk orquestal con complejos arreglos y estructuras, que tenía su mayor exponente en la mini-sinfonía de nueve minutazos ‘Midnight Surprise’. En ‘Life Is Sweet! Nice To Meet You’, este británico (aunque nacido en Texas) no se desvía de ese camino de pop complejo y trabajado, pero en esta ocasión ha aprendido a ser más conciso y concreto para plasmar toda su imaginación e inventiva. Ahora le basta con tres o cuatro minutos. La pregunta es ¿hace eso más digerible su propuesta?
Apartado ya del colectivo Saddle Creek (recordemos que su primer disco estaba producido por el Monster Of Folk Mike Mogis), ha optado por un productor experimentado y heterogéneo como Ben Allen (con un currículum tan variopinto que incluye trabajos con Animal Collective y Christina Aguilera), que ha conducido la fértil imaginación de Hynes y la ha materializado en un sonido brillante, de incontables matices, que rememoran cosas tan aparentemente antagónicas como The Smiths, Queen o Rufus Wainwright. Si ‘Falling Off…’ resultaba un tanto tedioso por ser excesivamente repetitivo en sus recursos y estructuras, en ‘Life Is Sweet! …’ parece haberse enmendado y presume de una mayor variedad de estilos, aunque siempre rondando el pop orquestal.
‘Marlene’, el primer single, tira a glam, y en ‘Faculty Of Fears’ o ‘Madame Van Damme’ (próximo sencillo) hace un pop de guitarras convencional pero eficaz, mientras que en ‘The Big Guns Of Highsmith’ toma armonías típicas de música clásica, en ‘I Don’t Want To Wake Up Alone’ de los clásicos de los 50 y en ‘Sweetheart’ del country clásico, cantando como nunca con esa voz que recuerda un poco a Martin Rossiter de Gene. Todo es bastante entretenido y no es raro encontrarse a uno mismo, en el momento más insospechado, tarareando alguna de las cientos de melodías contenidas en estas canciones, incluso aunque no te resulte especialmente bonita. Es claramente un disco de mucho recorrido, en el que cada escucha descubre detalles monos o guiños que gusta reconocer pero que, por otro lado, pretende decir tantas cosas en tan poco tiempo que aturde y confunde. ‘Life Is Sweet! Nice To Meet You’ es una montaña rusa de pop que en la primera vuelta divierte, pero a la quinta o sexta marea un poco. Es lo malo del pastiche que, si no está en una justa medida, empacha.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Marlene’, ‘There’s Nothing Underwater’, ‘I Don’t Want To Wake Up Alone’
Te gustará si te gustara: un mash-up de The Smiths, Queen y Rufus Wainwright
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