Podrían ser los The Postal Service de esta década, y talento no les falta del todo, aunque tendrán que pulir algunas carencias. Según Sam y Alex, componentes de Magic Man, el dúo está afincado en Boston, aunque la idea surgió «durante los ratos ociosos de un verano en el que estuvimos ejerciendo de voluntarios en granjas orgánicas de Francia». Así que afirman que se grabó en bruto en el país galo, pero el resto del trabajo es fruto del invento este de la Internet y el correo electrónico.
Sus raíces electrónicas recuerdan mucho a lo de Jimmy y Ben Gibbard (la base del final de ‘Monster’ casi parece una adaptación de ‘Such Great Heights’), pero también se encuentran otros elementos muy de moda ahora mismo. Los timbalillos y tambores que usan podrían acercarles a unos Vampire Weekend más electrónicos o, por qué no, a un El Guincho un poco más rudimentario. Sus voces y distorsiones, sin embargo, nos llevan a acordarnos por momentos de Passion Pit, pero también a Owl City. Podéis escucharlos en su Myspace.