En las últimas horas hemos comprobado cómo varios artistas recordaban el talento de Mark Linkous tras su muerte el pasado sábado, que según el New York Times se produjo tras dispararse a sí mismo en el corazón en las afueras de la casa de un amigo en Tennessee.
Según NPR, Wayne Coyne, líder de Flaming Lips, que trabajó con él recientemente en ‘Dark Night of the Soul’, ha declarado que a pesar de su anterior intento de suicidio, su trato siempre era «amable y cordial». «Lo que lo hacía más duro es que yo sabía que sufría. Luchaba por permanecer ahí y cantar esas canciones locas y amables».
Pitchfork ha publicado una recopilación de más declaraciones. El bajista de Radiohead Colin Greenwood ha recibido con tristeza la noticia, recordando los tiempos en que giraron juntos, en los primeros tiempos de ‘OK Computer’. «Sus dos primeros discos fueron muy importantes para mí y me llevé su música de la gira a mi propia vida y a la vida de mis amigos también». También recuerda que le descubrió la música de Daniel Johnston.
Chris Walla de Death Cab For Cutie ha dicho que siempre esperó que Mark se tratara a sí mismo bien, por lo mucho que compartió. Steven Drozd de Flaming Lips ha recordado cuando en las giras conjuntas siempre compartían un «whiskey y unas risas». Ross Millard de Futureheads ha recordado lo «jodidamente buena» que es la canción ‘It’s a Wonderful Life’.
Por su parte, Steve Albini, aunque sólo trabajó con él un par de semanas, ha querido recordar lo abierto y sincero que le pareció y la libertad que dejaba a sus músicos para crear. «No tengo ni idea de qué ha llevado a Mark a esta decisión (…) sólo quería decir que fue un buen tipo y que su arte era genuino. No creo que haya mucho más que decir de nadie».