Soleadísima primera jornada del Vigo Tr4nsforma en el muelle de transatlánticos del puerto de Vigo, un lugar perfecto para celebrar eventos de este tipo, rodeado de mar, con vistas crepusculares a la ría y a dos pasos del centro de la ciudad y de todos los servicios básicos imaginables (sí, todos…). Dos escenarios frente a frente en un espacio que los más de 5.000 asistentes, como si fueran una ola, recorrían de lado a lado en busca del siguiente concierto. Los sets se fueron sucediendo sin solapar, 2-3 minutos después de terminar el anterior, sin apenas respiro y con puntualidad admirable.
Mequetrefe: La banda gallega de postrock congregó apenas a dos decenas de curiosos en la entrada del recinto. Tampoco lo pusieron fácil. Sonido irregular, excesivo cariño por el efecto de distorsión en el micro y un cantante ataviado con careta de apicultor y camiseta de los Grizzlies. El cachondeo se agradece, pero siempre es mejor cuando te convencen con música.
Triángulo de Amor Bizarro: En media hora, y con el sol cayendo a traición, TAB confirmaron que la nueva formación mejora sus directos de manera exponencial. Agradecieron tocar tan cerca de casa y, aunque no quedaron muy contentos con el resultado, desde abajo el concierto sonó atronador, excitante y casi perfecto. Hubo sing along y una palpable y creciente tensión sexual no resuelta en la escasísima minifalda de Isa.
Devendra Banhart: Con el pelo corto, pero sin afeitar, una camiseta de Modest Mouse, y sin signos evidentes de su reciente lesión, Devendra Banhart rebajó la tensión que nos habían metido TAB en el cuerpo hasta rozar el aburrimiento. Hacia el final consiguió levantar al público con un versión muy reggae de ‘Foolin», ’16th & Valencia Roxy Music’ o ‘Carmensita’ y sus muchas ganas de hablar. Lo más brillante fue el momento Back to the 80’s con la cover del ‘Tell It To My Heart’ de Taylor Dayne.
Jeff Tweedy: Los fallos de cálculo de la organización obligaron a comerse una cola de no menos de media hora en algún momento del día. A mí me tocó durante el concierto de Jeff Tweedy. Por fortuna, las características del recinto permitían escuchar los conciertos perfectamente desde cualquier punto (incluso desde fuera). A algunos les parecerá una herejía, pero hacer cola con Tweedy, muy sobrio y poco empático, pero siempre virtuoso, tocando de fondo ‘I’m Trying to Break Your Heart’ o ‘A Shot in the Arm’ es una gozada que no ocurre todos los días.
The xx: Tan insólito como la Garbo en ‘Ninotchka’. Toda esa fauna rara que congregó The xx en primera fila pudo ver a Oliver y a Romy reír. No era para menos porque el concierto fue impecable en ejecución y vibrante en nuestras tripas. El setlist fue el habitual, cover de ‘Do You Mind?’ incluida, y cada canción fue aplaudida como si no hubiera mañana. Es difícil explicar la sensación que se siente escuchando a The xx, y muy fácil saber de qué lado me posiciono en el debate “¿hype o no?”.
Fanfarlo: Segundo concierto de la banda de Simon Baltazhar en Galicia en muy pocos meses. Sus fans ya pueden estar contentos. Como en ‘Reservoir’, su primer trabajo, Fanfarlo resultan solventes en directo, pero incluso con himnos como ‘Luna’ o ‘I’m a Pilot’ se quedan lejos de emocionar, más aún por agravio comparativo tras el concierto de The xx.
Love of Lesbian: Después de agotar entradas en sus anteriores minigiras gallegas, el llenazo para el concierto de LOL era evidente. De hecho, la mitad del aforo era un monopolio de muñecas al aire con pulsera de día. Hicieron su versión reducida del show que llevan girando quizá ya demasiado tiempo, pero que convence por igual a quinceañeras de corazón y de mente, a sus madres y a los novios de todas ellas. Histeria y populismo, sí, pero LOL consiguen con su notable repertorio lo que otros muchos no podrán nunca.
Os Mutantes: ¡Qué satisfacción cuando un comeback queda plenamente justificado por el resultado del concierto! ¡Y qué maravilla de concierto dieron Os Mutantes! Sèrgio Dias, miembro fundador de la banda que fue pilar de la MPB y del tropicalismo, salió a divertirse tocando y lo contagió al público con la ayuda de su potentísima banda. Sonaron sus hits (¿¡de verdad tienen más de 40 años!?) “A minha menina”, “Bat Macumba” y “Panis et Circensis”, pero fue con “El Justiciero” cuando la sintonía con el público llegó al clímax. También tocaron canciones de su trabajo más reciente, ‘Haih or Amortecedor’, que no desentonaron nada entre sus clásicos.
Miike Snow: Vestidos todos de riguroso negro, con inexpresivas máscaras blancas en la cara (quizá metáfora de todo el tiempo que llevan “ocultos” en labores de producción) y el “ciervonejo” observando a sus espaldas, Miike Snow salieron al escenario a repasar su primer y a cada escucha más interesante trabajo homónimo. Lo defendieron muy bien y lo confirmaron: son una banda con mucho futuro. En ‘Black & Blue’ se quitaron las máscaras y mostraron todo su potencial. Con ‘A Horse is Not a Home’, el reciente single ‘The Rabbit‘ y el apoteósico final de “Animal” cerraron la jornada por todo lo alto, dejándonos con ganas de mucho más Miike Snow.