Según publicaron varios medios anglosajones, un jefazo de Island Records, mítico sello que acababa de fichar a Tom Jones para crear un disco lleno de «Sex bombs», puso el grito en el cielo cuando escuchó por primera vez ‘Praise & Blame’, el «álbum espiritual» del cantante. Al parecer, David Sharpe, vicepresidente, mandó un mail interno escandalizado que alguien filtró y se armó la marimorena. Decía algo así: «Imaginad mi sorpresa cuando llego a la oficina esta mañana para escuchar himnos. Mi placer inicial se convirtió en un enorme chasco (…). Acabo de escuchar el álbum entero y quiero saber si esto es una broma pesada (…) Aunque venerable e interesante, esto no es lo que acordamos y desde luego no es por lo que pagamos».
Hay quien ha cuestionado la veracidad de este mail y Tom Jones, en entrevista con The Guardian, no parece tener muy claro si existió tal mensaje o no. Ted Cocle, co-presidente de Island, envió un comunicado en el que dejaba claro que «este es el disco que tanto Tom Jones como Island Records querían sacar», si bien resulta algo sospechoso que no niegue el asunto abiertamente.
A pesar de todo, el disco, que aparte de baladas contiene bastantes momentos americanos a lo Johnny Cash (está en Spotify), está teniendo buenas críticas (cuatro estrellas en The Guardian, LA Times, cinco en The Independent…). Y por si fuera poco, ha estado a punto de ser número 1 en Reino Unido en lo que habría supuesto un récord: la persona mayor (70 años) en lograr esta posición. Finalmente es top 2, lo habéis adivinado, sí, por detrás de Eminem.