Xoel López toca junto a La Caravana Americana el 22 de octubre en Vigo, el 28 de octubre en Bilbao y el 29 de octubre en Madrid como parte de la gira Heineken Music Selector. No se trata de un nuevo proyecto ni habrá disco, sino simplemente de una serie de conciertos que representan un viaje, en especial el realizado por el creador de Deluxe durante dos años, en el que sonarán canciones de su carrera, nuevas y prestadas. Hablamos con Xoel sobre este y otros de sus proyectos futuros y pasados.
En la nota de prensa de este proyecto en ningún momento se menciona la palabra «disco», a pesar de que hay un tema nuevo, ‘Hombre de ninguna parte. ¿No tienes pensado editarla en iTunes o meterla en un álbum?
Este proyecto lo veo más como regalo. No tenemos contrato ni sé qué voy a hacer en el futuro. No sé si la música digital se vende y es una buena idea venderla en iTunes como dices tú. Supongo que sí formará parte de un disco firmado por Xoel López. Este tiempo he estado componiendo todo el rato y en esta gira supongo que sí estrenaremos dos temas o más. Pero no tengo la presión de otras veces ni he tenido la necesidad de grabarlos o terminarlos para la gira.
¿Cómo suenan esas nuevas canciones que ya tienes?
Como están todavía muy cruditas no sé muy bien cómo definirlas. Supongo que mantienen bastante el hilo de mis canciones. Si escuchas mis temas de los dos últimos años en formato acústico no se diferencian tanto. Mis canciones se diferencian más en la producción, en la sonoridad y en la estética musical que se elija para ellas. Si me preguntas si van a tener cierto poso de los lugares que he visitado, que supongo que vas por ahí, es inevitable, aunque es pronto para saberlo. Curiosamente, me ha salido algo así como reivindicar mi lugar de origen al estar fuera. Va a ser un contraste entre lo que he visto y lo que somos nosotros como cultura. Una de las nuevas canciones que voy a tocar, ‘La sirena y el marinero’, tiene algo como de folclore gallego. En un concierto en Bogotá Arturo Ezcano, co-director del documental que estamos haciendo, me enseñó entrevistas que había hecho y una decía que me veía muy español, más español que la otra vez que había ido a Bogotá, y otra decía que me veía con más cosas de Latinoamérica.
Hace unos años decías que te fijabas más en Caetano Veloso que en Interpol.
Es curioso porque en realidad eso no lo dije yo. Las entrevistas no te representan a veces. Entiendo que es parte de la historia y es inevitable, pero me gustaría aclarar que esa definición no es mía.
¿No te interesaba especialmente Caetano Veloso?
Sí, por supuesto que me interesa. Pero no es lo mismo decirlo que responderlo. El periodista me preguntó eso y le dije que sí. Sí es verdad que no estoy en plan rockero Interpol y puede que lo que yo proponga sea más Caetano Veloso, pero eso tampoco quiere decir que sea exactamente lo mismo. También hablé en esa entrevista con El País de canción de autor como se hable de «cocina de autor», pero no me refería al sonido cantautor.
De todas formas el término cantautor ya no está tan mal visto como en los 90.
Sí, por suerte sí, es cierto.
¿El folclore gallego o el español te han interesado igual desde siempre o más cuando pasas los 30?
En mi caso fue algo que dejé para Lovely Luna, que al principio era el grupo donde hacía lo que no entraba en mi grupo de rock que era Elephant Band. Félix tocaba en otro grupo de rock llamado Sui Generis y en Lovely Luna metíamos cosas de folk americano o gallego. Nosotros íbamos a tocar con gaitas por garitos de La Coruña y también a escuchar folk por toda Galicia. Tampoco había un mercado para eso y quedó en segundo plano por desgracia, porque a mí me habría gustado que tuviera más repercusión. Quizá tienes razón y con la edad escuchas otra cosa, el pop no deja de ser más inmediato. Me gustaría responderte, pero no sé.
Con Lovely Luna es cierto que llevas 15 años, pero últimamente parece que el proyecto ha tomado posesión de tu sonido.
Era un sonido más maduro siendo nosotros más jovencitos y luego cuando fui creciendo me fui acercando. Félix también se va acercando por su cuenta como Félix Arias y yo como Xoel López.
¿Los músicos que veremos en esta Caravana Americana serán los mismos en las tres fechas?
Menos Félix y Eladio que van a estar en Vigo y Xosé Manuel que no va a estar en Bilbao… Bueno, salvo algunos invitados españoles, sí serán los mismos. Los internacionales estarán en todas las fechas.
¿Una gira con tanta gente de países tan diferentes, cómo puede ser rentable?
Sin ánimo de lucro y perdiendo dinero, esa es la verdad.
¿Crees que todos estos músicos colaborarán de alguna manera en tu próximo disco?
Ya están colaborando de alguna manera, pero no directamente. No sé si voy a hacer un disco de colaboraciones. Después de tanto intercambio lo lógico es que haga un disco con músicos que yo elija. Eso no significa que si alguna canción me lo pide no llame a alguien a hacer algo.
¿’Hombre de ninguna parte’ no aparecerá en el disco tal cual con la colaboración de estas personas?
No, en realidad, los coros en este tema son amigos míos, no los artistas de La Caravana Americana. Bueno, está Rubín de Argentina.
¿El documental que decías que estabais haciendo se verá en museos, se podrá ver online…?
Me encantaría que lo viese todo el mundo. Estaría bien tenerlo online. Arturo Lezcano y yo nos metimos en él a lo bestia, en plan «hay que hacerlo y punto». Ya veremos si sale un DVD, se ve en televisión o qué. Ya veremos cómo se puede solucionar para que no sean todo pérdidas. Pero me gustaría que lo viera todo el mundo, aunque si hay que regalarlo, se regala.
¿El concierto de Madrid se va a grabar para ser incluido o irá aparte?
El concierto del Circo Price se graba entero con la idea de elegir una canción para el documental. Lo que no quita que una vez grabado, no se pueda hacer algo con él. Siempre está bien tenerlo porque igual queremos sacarlo dentro de 10 años.
Dices que con este proyecto quieres romper fronteras, ¿a qué te refieres exactamente?
Las fronteras son políticas o económicas, son las que nos marcan los Estados. Lo digo en el sentido textual, a este proyecto viene gente de Brasil, Caracas, Bogotá… Eso me parece romper las fronteras políticas físicamente. Además, es explícito, no es nada metafórico ni mucho menos. Pero lo que quiero decir es que los artistas que traigo son grupos que no suelen venir a España a tocar. Y allí pasa igual. Por Norteamérica no suelen girar grupos españoles, por suerte cada vez más, pero es evidente que al revés sucede mucho más: aquí vienen muchos grupos de Estados Unidos. Yo quería que toda esta gente conociese un tipo de música que se hace en España. Si preguntas a alguien de Argentina, Colombia o México, más allá de Serrat y Sabina, no conoce mucho más. Puede conocer algo de La Oreja de Van Gogh, pero no van a conocer a Iván Ferreiro ni Xoel López, etcétera, etcétera. Así ellos conocen grupos de aquí también.
¿Qué grupos crees que pueden gustar de allí aquí?
Creo que hay mucha gente que está muy bien que no va a tener éxito hasta que a alguien no se le ocurra ponerla en primera plana, como Jóvenes y Sexys de Venezuela o Franny Glass de Uruguay, así que yo sugiero unos nombres porque igual lo que es interesante para mí puede ser interesante también para otros. Lógicamente no es ninguna imposición, es una sugerencia.
Realmente has vivido en Buenos Aires solo o has estado viajando todo el rato?
Básicamente viví en Buenos Aires. Nunca pensé que me fuera a quedar dos años en las Américas. En un principio me quedé dos meses en Buenos Aires y luego fui a Nueva York otros dos meses. Después, decidí quedarme en Buenos Aires. Tuve varias propuestas que me fueron surgiendo de pura casualidad. A través de un argentino en cuyo local había tocado, fui a Chile. En San Francisco, me vio un tipo tocando y me montó una banda para tocar y volví a los dos meses, en Buenos Aires conocí un chico de Bogotá que me invitó a tocar en Colombia. A raíz de amigos me pasó esto de tocar para 50 personas y tocar para 1 millón de personas en un festival con el grupo brasileño Legiâo Urbana, una cosa surrealista… Pero fue acojonantemente sorprendente y gratificante.
Estos días has dicho en las entrevistas que te fuiste de España feliz. ¿No había cierto hartazgo de Deluxe, de tu relación con EMI?
Hombre, claro, sí. La felicidad total no existe. Me refería a que no me fui quemado. No me fui escapando de nada. Normalmente este tipo de cambios la gente los asocia a un mal rollo, a un momento traumático. Yo también he tenido eso, pero en este caso lo hice desde un momento feliz de mi vida, de mi carrera. Que vaya gente a tus conciertos es acojonante, un lujo. Sin embargo, sí me faltaba tiempo para hacer determinadas cosas, para dedicarme a mi vida, que tiene mucho que ver con la música y por eso seguí tocando. Pero por ejemplo, una cosa que hice fue ser mi propio diseñador, mi propio mánager de mis propios conciertos. Que a lo mejor no es donde quiero quedarme para siempre, pero bueno, no quería sentarme y sentir que estaba todo OK.
¿Tu recuerdo de la marca Deluxe es bueno?
Sí, por supuesto. Lo que he hecho es quitarme la careta, un pseudónimo con el que no me identifico ya. Ver en los carteles «Deluxe desde España» se me hacía raro. Como iban a ver a un tío con una guitarra, me parecía mejor anunciarme como Xoel López. Creo que era un buen momento para hacerlo.
¿Es verdad que tienes un bar en Madrid o es una leyenda urbana? Habiendo estado dos años fuera…
No es una leyenda urbana, De todas formas soy un socio más. Es el Picnic. No me encargo. Mi hermano es el encargado.
¿Tienes algún plan más allá de estas tres fechas? ¿No habrá concierto por ejemplo en Barcelona?
No, La Caravana se termina ahí, no fue fácil conseguir financiación. Me hubiera gustado tocar más, Barcelona, Valencia… pero tuvo que ser así. Pero sí quiero hacer una gira acústica, para abril o mayo.