La Bien Querida / Fiesta



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La Bien Querida / Fiesta



No parece que ‘Fiesta’, segundo trabajo de La Bien Querida tras el éxito de ‘Romancero’, vaya a acallar los debates polarizados sobre absolutamente cualquier elemento que forme parte de su música (los arreglos, la voz, la portada del CD, la promo…). Al contrario, servirá para justificar a cada bando, fan y hater, en sus posiciones, mientras Ana Fernández-Villaverde continúa avanzando en una carrera que, recordemos, no ha hecho más que empezar. Lo deja claro con ese puñetazo encima de la mesa que es ‘Me Quedo Por Aquí”: “Me quedo por aquí y esto que me ha pasado lo voy a repetir. (…) Tengo los ases, los reyes y las damas, y hago lo que me da la gana”.


‘Fiesta’ no es precisamente un salto sin red en el vacío, pero tampoco es tan continuista como el single de adelanto, ‘Hoy’, o las palmas de ‘Noviembre’ que abren el CD hacían prever. Supone un pequeño paso más allá de ‘Romancero’, como parada a mitad de camino entre aquel y lo que está por venir en el futuro, donde lo acústico va cediendo protagonismo a lo eléctrico, y el pop aflamencado va endureciéndose por momentos (‘En El Hemisferio Austral’, ‘Me Quedo Por Aquí’) y se entremezcla acertadamente con estilos inesperados (el vals-ranchera en ‘Lunes de Pascua’ o el perreo en ‘Queridos Tamarindos’). Tiene una estructura circular que acaba con la irónica promesa, en forma de letanía, de no volver a dejarse vencer por la ausencia de amor, a sabiendas de lo imposible de cumplirla, e inmediatamente nos remite de vuelta a ‘Noviembre’, donde todo comienza de nuevo, cíclico, como la vida misma (“De todos mis fracasos aprendí y aunque te extrañe voy a intentarlo una vez más” dice en ‘La Muralla China’).

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A La Bien Querida se la nota cómoda con este nuevo material. Ha trabajado y cuidado más las letras, y aun siendo más complejas siguen conservando intacta la capacidad de resultarnos tan personales y cercanas como para identificarnos en ellas a primera escucha. ¿Quién no se reconoce en ese “A veces sólo me tranquilizaría pegarte muy fuerte” de ‘Sentido Común’ o en el “Sé lo que vas a preguntar ahora… Y no lo sé” de ‘Cuando El Amor Se Olvida’?

El tópico favorito en los debates, el de “la maqueta era mejor”, se reactiva en ‘Fiesta’ con la inclusión de ‘Monte de Piedad’ y su sorprendente reconversión en saeta. La canción, una de las mejores que ha escrito La Bien Querida hasta el momento, se hace tan grande con el acompañamiento de la banda de música Mestre Montserrat, que justifica la pertinencia de su recuperación y transformación, y casi la existencia misma del disco. El otro tópico recurrente, el de “los arreglos ahogan las canciones”, vuelve a chocar de frente con el imprescindible trabajo de David Rodríguez, siempre inesperado y sugerente, como ya pasaba en ‘Romancero’. Ahí tenemos, por ejemplo, los emocionantes arreglos de ‘Cuando El Amor Se Olvida’, rozando la perfección, con ese bajo que apenas se nota matizando la voz de Ana y los demás elementos uniéndose poco a poco a la canción. O el oleaje sonoro de ‘Monumentos En La Luna’, otra canción que se engrandece con respecto a la ya conocida versión acústica y que recuerda, en cierta manera, a Los Planetas.



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Como ‘Romancero’, ‘Fiesta’ es un disco que entra con facilidad y que además va ganando entidad con las escuchas gracias a sus matices y su falsa superficialidad. Un nuevo acierto de La Bien Querida, a la que, sin embargo, nos quedan ganas de escuchar en terrenos más ruidosos, experimentales y arriesgados. Para nuestra fortuna, le queda mucho camino por delante.



Calificación: 7,8/10


Lo mejor: ‘Monte de Piedad’, ‘Sentido Común’, ‘Cuando El Amor Se Olvida’, ‘Queridos Tamarindos’

Te gustará si te gusta: ‘Romancero’, Los Planetas, La Estrella de David

Escúchalo: Spotify

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