A pesar de que la emblemática figura de ‘Tras Julia’ ha requerido varias reparaciones in situ, el pasado octubre de 2010 la estatua se despertaba tirada en el barrio de Malasaña de Madrid con los pies arrancados de cuajo. Actualmente se encuentra en plena restauración y ha recuperado una de sus extremidades, aunque todavía queda mucho tiempo para que pueda ser devuelta a la esquina de la calle Pez, según un bonito artículo que publicaba el viernes el diario El País.
El motivo de su existencia es bastante emotivo. La escultura forma parte de una leyenda de Madrid que circulaba en 1840 transmitiendo un rumor sobre una extraña doncella. Por aquella época sólo se permitía a los hombres ir a la Universidad y la supuesta Julia acudía a clase disfrazada como un chico. Este hecho inspiró a Antonio Santín para esculpir a la valiente joven con varios libros entre los brazos y colocarla en la calle Pez en su honor.