«La publicación de ‘Love at the Bottom of the Sea’ tiene un algo de derrota. A Stephin Merritt le venía saliendo muy bien usar todo tipo de limitaciones como técnica creativa, pero quizá meterse en el lío de dedicar una década a obtener una trilogía sin sintetizadores que iba perdiendo fuelle con cada entrega no fue la mejor de las decisiones. Por eso, la vuelta a su sonido y discográfica de siempre y -sobre todo- la expectación generada con ella, se puede ver como la confirmación de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Por eso, no sorprenden en absoluto el comienzo y las estrofas de ‘Andrew in Drag’, que -tanto a nivel de sonido como de melodía- podrían haber estado en cualquiera de sus primeros discos. Sin embargo, en el estribillo se percibe que no todo es lo mismo: un fuerte y rápido contraste casi teatral, melancólico y muy acorde con la letra, nos sitúa más cerca de la búsqueda emprendida en sus últimos discos.
Con todo, no me parece que ‘Andrew in drag’ sea una de las canciones más memorables de The Magnetic Fields, pero nos confirma que, desde luego, va a ser interesante volver a escuchar a un Merritt menos amordazado». Carlos Úbeda.
«¡Alegría! Los Magnetic Fields de siempre han vuelto. Y lo han hecho con una fantástica melodía a la antigua usanza y un ritmo juguetón que invita a querer oír más. El efecto es inmediato y hace desear que este álbum sea de los de rayar (y rayar y rayar) sobre el plato. ¿Qué importa si es mediante el travestismo? Si al final se trata de amor. Os dejo, que me voy corriendo a escuchar sus primeros discos». Angèle.
«No soy el mayor fan que existe de The Magnetic Fields, sobre todo tras unos discos que, sin venir a cuento, Stephin Merritt retuerce sin motivo en un feísmo que no me acaba de convencer. Pero aquí parece haber dado con una producción más adecuada a un tema sencillo, ligero y pegadizo, más acorde a su discografía de más altura. Magnetic Fields son especiales a la hora de mezclar sentimientos aparentemente contradictorios, la luz y la sombra, en las canciones, y ‘Andrew in Drag’ es un buen ejemplo de ello. Sé que voy a ponerme esta canción muchas veces». Merridew.
«Stephin Merritt y los suyos han conseguido con ‘Andrew In Drag’ lo que todos esperábamos: reencontrarnos con los Magnetic Fields de siempre. El single, que funciona como carta de presentación de ‘Love At The Bottom Of The Sea’, es una nueva pieza de pop melancólico con un toque ruidista en el que los sintetizadores se asoman tímidamente mientras predominan los instrumentos orgánicos. El aperitivo perfecto para quedarse con ganas de más. Ahora solo queda esperar que el resto del tracklist discurra por la misma línea». MSanchez.
«‘Andrew In Drag’ cuenta la historia de un hetero que se enamora de alguien que se disfraza de mujer sólo una vez y de broma. Su letra de rima en «-ag» es una de las más divertidas jamás escritas por Stephin Merritt («en cuanto salió al escenario, mi rabo se empezó a menear», dice)». Como canción es mona, si bien el regreso de los sintetizadores de momento se queda en anécdota y el tema de ninguna manera puede competir con ‘The Luckiest Guy On The Lower East Side’, ‘I Thought You Were My Boyfriend’, ‘All My Little Words’ o ‘All The Umbrellas In London'». Sebas.