The Magnetic Fields / Love At The Bottom Of The Sea

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The Magnetic Fields / Love At The Bottom Of The Sea

Con el retorno a Merge, habría cabido esperar un regreso a la épica de discos pasados por parte de Magnetic Fields. Sus últimos lanzamientos, ‘i‘, ‘Distortion‘, y ‘Realism‘ han funcionado como trilogía medio improvisada sin sintetizadores, pero ‘i’ era una más que apañada segunda parte de ’69 Love Songs’ y era desde él que la banda de Stephin Merritt no alcanzaba importantes cotas emocionales.

Sin embargo, ‘Love At The Bottom Of The Sea’ no es ese disco que esperan los fans de ‘All My Little Words’ o ‘The Luckiest Guy On The Lower East Side’. En una entrevista reciente con The Guardian, Merritt confesaba que su intención con su magnífico disco triple era hacer algo que no se pudiera igualar, un disco al que citar constamente como referencia inalcanzable y por eso parece haber renunciado a seguir esos pasos. Este álbum es más bien una especie de «Merritt, en el Club de la Comedia», a través de chistes de dos minutos (hace poco nos regalaba un playlist de temas con esta duración).

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Musicalmente, Stephin parece algo holgazán. Apenas canta, dejando casi todo el protagonismo en Claudia y Shirley y, sobre el cacareado regreso a los sintes, aparte de cierta función opresiva, no hay nada que contar, quizá también por la brevedad de las canciones. ‘Infatuation’ se puede bailar y es uno de los números synthpop más conseguidos, pero aquí lo relevante de verdad -casi lo único- son las letras, más divertidas que nunca. El humor, que siempre ha estado presente en sus composiciones, se desata en canciones que hablan sobre la venganza tras los celos (‘Your Girlfriend’s Face’ no puede ser más violenta), sobre triángulos de amor bizarros («Amo a Hugh y Hugh te quiere a ti / Tú me quieres a mí y él no / No te quiero y tú no quieres a Hugh / Qué triste gavota» en ‘I’d Go Anywhere With Hugh’), querer follarse a todo bicho viviente (‘Only Boy In Town’) o enamorarse de un travesti que sólo lo fue por un ratito (el single ‘Andrew In Drag’).

Entre regresos al campo porque la vida en la ciudad es demasiado lenta («»voy a tener un par de chicos de campo llamados LeAnn y LeRoi» en ‘Going Back To The Country’), amenazas conyugales (‘Quick!’) y fiestas terribles, destaca poderosamente, por su feroz actualidad, ‘Machine In Your Hand’, sobre los celos hacia un iPad, iPhone o similar, en la que, tras el deseo de ser el propio aparato, se concluye: «eres más un gadget con carne que una persona». Con citas así, Magnetic Fields vuelven a construir un par de canciones hito, pero esta vez hay que prestar una atención a los textos que en los mejores momentos de su carrera no hizo falta.

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Calificación: 7/10
Temas destacados: ‘Andrew In Drag’, ‘I’d Go Anywhere With Hugh’, ‘Machine In Your Hand’, ‘Infatuation’
Te gustará si te gustan: sus letras más divertidas y ácidas
Escúchalo en: NPR

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