Hay grupos que llenan recintos y carteles de festivales sin un hit oficial, pero el éxito de M83 está empezando a reflejarse incluso en las listas oficiales de ventas. ‘Hurry Up, We’re Dreaming‘ es el tercer «sleeper» de su carrera, sobre todo gracias a ‘Midnight City’, que con la última suma 9 semanas en el top 75 británico y 16 (o sea, cuatro meses) entre las 200 canciones más descargadas de Estados Unidos. Todo esto ha llegado a nuestro país de momento sólo en forma de sendos sold-outs. Tanto el show de Madrid y Barcelona tuvieron que cambiarse de sala y ambos agotaron con semanas de antelación, que no es poco.
El directo del proyecto de Anthony Gonzalez está lleno de truquillos efectistas de los que gustan a las masas. Su dream pop, aunque elegante, cuenta con los subidones épicos necesarios para elevar los ánimos del público asistente cada quince minutos. La puesta en escena, llena de estrellitas y chorros de luz y color, ayuda. Sin embargo, su set es caprichoso. Aun arrancando con ‘Intro’, con la buena voz de Morgan Kibby en sustitución de Zola Jesus, y dejando caer pronto joyas como ‘Reunion’ o ‘Wait’, prescinde de apuestas seguras de su repertorio, como sus mayores éxitos (antes de ‘Midnight City’, quiero decir) ‘Don’t Save Us The Flames’ o ‘Kim & Jessie’. ¿Os imagináis que hace unos años hubierais dicho que habéis disfrutado de un concierto de M83 sin estas canciones? Eso no puede significar nada más que Anthony Gonzalez está creciendo como artista y es uno de los grandes nombres seguros para los medios generalistas y para la letra gorda de los macrofestivales, durante los próximos años.
A esta última idea hay que unir esa versión de Daft Punk de ‘Fall’ situada a mitad del set o la versión techno de ‘Couleurs’ con la que se cierra el concierto. Gonzalez podía haber ahondado en su faceta intimista y shoegazer, pero ha apostado por ofrecer sets perfectos para las 3 de la madrugada en Benicàssim y el desfase. Por nuestra parte, ningún problema. 8.
Antes de M83, Porcelain Raft, muy puntual, ofreció en solitario un set cortísimo perfecto para no cansar. Como Anthony, alternó sintetizadores con guitarra eléctrica y algo de percusión y, con canciones tan monas como ‘Unless You Speak From The Heart’ y buen sonido, logró que más o menos la mitad de La Riviera ya congregada, le hiciera algo de caso y hasta le aplaudiera. 7.