Pese a que a Guille Milkyway se le conoce ampliamente por La Casa Azul, ésta no es su única iniciativa musical. Junto a sus composiciones por encargo y a sus periódicas labores de producción, Guille ha mantenido Milkyway -nombre bajo el cual grabó sus primeras composiciones- como un proyecto paralelo. Él mismo ha reconocido alguna vez que las diferencias entre este proyecto y La Casa Azul son sutiles: la más destacable es el uso del inglés en las letras, pero también cierto aire no exactamente más retro pero sí menos preocupado por mostrar una evolución. Algo un poco más íntimo y artesanal. Si bien Guille aprovecha cualquier ocasión en la que le preguntan sobre el futuro para recordar que Milkyway existe y que le gustaría retomarlo, lo cierto es que ya hace mucho tiempo de aquel ‘In Love EP’ (2002) y seguimos sin escuchar composiciones nuevas.
Quizá por ello Elefant, desde su colección ‘Recuerdos que olvidé’, ha decidido desempolvar todas las maquetas que Milkyway grabó a mediados y finales de los 90. Algunas canciones de estas grabaciones formaron parte del citado ‘In Love EP’, publicado por Annika, pero muchas otras se quedaron fuera. Sin embargo, serán conocidas por los aficionados más veteranos ya que -gracias al comienzo por entonces de la popularidad de La Casa Azul- eran fácilmente localizables a través de las herramientas para compartir de archivos online del momento (a principios de este siglo creo recordar que tocaba Soulseek).
No éramos pocos los que afirmábamos que Milkyway estaba mucho mejor que La Casa Azul. En parte lo pensábamos y supongo que en parte tocaba desmarcarse del éxito que empezaba a sondear al que ya era su «grupo» principal. No obstante, en los últimos diez años La Casa Azul ha sido el vehículo principal de Guille. Podría resultar frívolo sugerir que un puñado de maquetas inocentes grabadas en unos 4 y 8 pistas siguen gustándote más que una carrera a la que se le han ido añadiendo referencias de lo más variado, conocimientos musicales, detalles de producción, atrevimiento y, en definitiva, experiencia vital. Pero, bien pensado, no deja de ser igual de frívolo que el hecho de que prefieras el pop a otros géneros por lo general musicalmente más ricos, como la clásica o el jazz.
Es decir, si hablamos de calidad compositiva, de talento, de originalidad… no cabe duda de que estas maquetas son una bonita curiosidad, el testigo de un periodo de formación que apuntaba muy buenas maneras. Una etapa quizá todavía en exceso mimética: si echáis un ojo a la nota con la que Elefant presenta el disco os encontraréis con un name-dropping que no por extenso deja de ser muy acertado. Ciertamente, la influencia de las referencias con las que por entonces trabajaba Guille las convierte en casi casi algo cercano en espíritu a los discos de samples. En cambio, si dejamos a un lado todo el concepto de «autor», de «obra», de identidad propia, si hablamos -simplemente- de música que emocione, hecha con los medios que sea, de la manera que sea, cortando y pegando lo que haga falta (que se lo digan a Jens Lekman)… entonces estas maquetas de Milkyway tienen todo lo que se le puede pedir a un disco de pop.
Apoyado en los coros de Ester Pascual y registradas a lo largo de casi diez años, las maquetas de Milkyway siguen siendo una irresistible mezcla casera de pop barroco, soft pop y synthpop que, con un planteamiento musical que -a mediados de los 90- resultaba cuanto menos sorprendente, permanece totalmente ajena al paso del tiempo. Quiero decir, ¿en qué rincón del universo debes de tener la cabeza para que en 1995 te salga algo como ‘Fizzy Dizzy’? 1995 fue el año estrella de brit-pop, con toda la prensa volcada en rivalidad entre Blur y Oasis. Faltaban tres años para el ‘Eurodisco’ de Bis. Eso sí, a finales del 95 también salió el ‘Different Class’ de Pulp, que incluía esa ‘Something Changed’ con la que la melodía de ‘Fizzy Dizzy’ guarda cierta relación. Ya no es sólo que le diera tiempo a fijarse en ella (si es que se fijó) sino -sobre todo- a llevarla un poco más lejos de lo que estaban haciendo por entonces Pizzicato Five. Eso se llama saber muy bien lo que quieres, tener muy claro lo que te gusta más allá de las modas. Y poseer, claro, la habilidad para hacerlo.
El nivel general de estas 14 canciones, visto hoy, sigue siendo muy alto. Vale, quizá un tema un poco perezoso como ‘I Know’ no esté a la altura de una diana como ‘Julie’, o puede que ‘Feelings’ suene menos pulida si se compara con ‘My Groovy Love’, ‘Bubblegum’ o ‘Fence’. O es posible que a algunos les irriten los frecuentes coqueteos con el eurodance menos sofisticado, pero ¿acaso la supervitaminada ‘Shine (go to California)’ no es realmente fabulosa en su exageración?
Si no conocías estas canciones, estás de enhorabuena. Tienes a tu alcance uno de los mayores tesoros ocultos que, en mi opinión, ha salido de la escena pop española en los últimos… ¿30 años? Si sí las conocías, bueno… no cambiará nada en tu vida más allá de recuperar alguna canción que tenías traspapelada (en mi caso tres y media) y la confianza en que esta publicación active tanto el proyecto de Milkyway como a todos los que puedan descubrir ahora estas canciones. Y la siempre agradable sensación de que, con la publicación de este ‘Up, up and away’ el mundo es ahora un lugar un poco mejor.
Calificación: 8,2/10
Lo mejor: ‘Shine (go to California)’, ‘Fizzy Dizzy’, ‘Fence’, ‘My groovy love’, ‘Bubblegum’, ‘Silly things’
Te gustará si te gustan: Pizzicato Five, La Casa Azul, el pop.
Escúchalo: Spotify