El San Miguel Primavera Club se convirtió el sábado en Madrid en una fiesta involuntaria del pop español, salvo para aquellos 100 afortunados que pudieran entrar en la Nave de Terneras para ver las actuaciones de gente como Little Wings, Cats on Fire o Redd Kross. Mientras, la Nave 16 recibía lo que se había llamado «La Alineación de Los Planetas», que agrupaba conciertos de grupos relacionados de alguna manera con la banda de Jota (influidos, elegidos, amigos o todo a la vez). Con esta jornada se cerraba la última noche del festival en Madrid, que el año que viene sólo se celebrará en Portugal y Francia.
Los primeros en salir fueron Klaus & Kinski, en su formato quinteto con violín ya habitual. Si normalmente el grupo suele preferir centrarse en su último disco en cuanto a repertorio, esta vez, quizá por tratarse de un festival, escogieron temas de todos sus álbumes casi por igual. ‘Ya estaba así cuando llegué’ dio comienzo, dejando paso luego a canciones recientes como ‘Contrato’ u ‘Ojo por diente’, pasadas como ‘Rocanrolear’ o ‘Mengele y el amor’ e intermedias como ‘Mamá, no quiero ir al colegio’ o la muy bien traída ‘Carne de Bakunin’. Marina mantiene severos problemas para encontrar su tono, que parecía haber sorteado en la gira del anterior disco (a Irantzu y Alaska les llevó años consolidarse como vocalistas, seguiremos esperando) y faltaron demasiados temazos como para que diera tiempo a entrar en calor (‘Flashback’, ‘Buceador’, ‘El día de los embalsamados’, ‘El rey del mambo’…). Sin embargo, al menos pudieron despedirse triunfales con ‘La duda ofende’, una de sus mejores composiciones.
Airbag fueron el reverso de de Klaus & Kinski. Si bien sus canciones resultan mucho menos interesantes en estudio y cansa rápidamente tal sobredosis de letras sobre amoríos, en directo ganan fuerza y confianza en un set en el que su power pop nostálgico, que tan pronto rememoraba a los mitos del beat como al mejor hardcore melódico pasando por Los Nikis, sonó alto, fuerte y claro como ya hubieran querido los Vaccines el día anterior. Sus fans, dándolo todo, entonaron cada una de sus canciones de pe a pa, como si todas fueran tan conocidas como ‘Tráiler’, en la que no, no se les unió Nena Daconte.
La gran baza de Los Punsetes fueron las proyecciones, tan poperas, en la línea de las que les vimos hace un par de años como teloneros de Los Planetas. Muy bien sincronizadas en temas como ‘Tráfico de órganos de iglesia’, fueron el entretenimiento perfecto como contraste para la líder del grupo. El único movimiento de Ariadna, aparte del cambio de algún papel suelto de su atril, fue el que fingía el final de su vestido. Una decisión que parece que nunca perderá su gracia y que deja el protagonismo en lo que al público le gusta: las canciones. El sonido agresivo y contundente de ‘Una montaña es una montaña’ es un fiel reflejo de lo que venían siendo sus directos, pero ahora además tienen un sostén perfecto en temas como ‘Los glaciares’ o ‘Malas tierras’, que plasman perfectamente sus intenciones. Por supuesto, el equilibrio para los fans más veteranos llegó con ‘Dos policías’ o ‘Maricas’, a los que ya se ha unido en su colección de himnos la espléndida ‘Alférez provisional’. Aunque la corona, de momento, sigue siendo para la final ‘Tus amigos’.
Los cabezas de cartel, Los Planetas, decidieron abrir de nuevo con el instrumental ‘La llave de oro’ seguido de ‘Romance de Juan de Osuna’, lo que nos hacía pensar que veríamos aún el mismo concierto de presentación de ‘Una ópera egipcia’ por tercera o cuarta vez. Y fue así más o menos. Tras una primera parte en la que sonaron canciones más áridas de su repertorio, fueron apareciendo hits como ‘Santos que yo te pinte’, ‘Alegrías del incendio’ y Reunión en la cumbre’, que son los que siguen logrando la mejor comunión con el público.
Por supuesto fue en los generosos bises donde volvieron a sonar las canciones más esperadas: ‘De viaje’, la muy reivindicada ‘Ya no me asomo a la reja’, diríamos que el tema mejor entendido por sus fans de la etapa flamenca o ‘Un buen día’. La cumbre de todo ello fueron dos: ‘No sé cómo te atreves’ con Marina de Klaus & Kinski haciendo de La Bien Querida (y no es muy habitual que Los Planetas interpreten este tema en directo) y cantando mejor de lo que lo había hecho con su propio grupo, y la decisión de cerrar el set con un tema tan denso y más desconocido como ‘Los poetas’. De nuevo, se trató de un concierto que no pudo satisfacer a los seguidores de la faceta más pop de Los Planetas, que podría haber rozado lo antológico con el repertorio orquestado de otra forma. Pero, al menos, sí alcanzaron esa gloria en momentos puntuales, que recordaban por qué el grupo es tan importante para el indie en torno a 30 años de nuestro país. Sebas, Raúl.
Fotos: Mariano Regidor (Primavera Club).