Los que crecieron en los 80 seguro que recuerdan los libro-juegos de ‘Elige tu propia aventura’. La mayoría fueron editados por la editorial Timun Mas y eran algo así como un juego de rol para solitarios, un anticipo en versión literaria de los videojuegos de aventuras gráficas. El éxito fue tan grande que hasta un especialista en novela negra como Andreu Martín se atrevió a escribir una versión adulta de estos libros titulada ‘Crímenes de aficionado’ (Timun Mas, 1987).
Convertido con los años en objeto de nostalgia pop para treintañeros, este tipo de libros estaba pidiendo a gritos su correspondiente (re)lectura posmoderna. El encargado de hacerla ha sido el periodista Miqui Otero. Tras debutar como novelista con ‘Hilo Musical’ (Alpha Decay, 2010), el escritor barcelonés presenta ‘La cápsula del tiempo’ (Blackie Books).
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Barcelona. Noche de Reyes de 2013. Una gran tormenta cae sobre la ciudad. El protagonista (o sea, tú) está en una atestada estación de metro con la intención de viajar hasta Sitges para cumplir una promesa realizada hace veinte años: desenterrar junto a sus amigos de la infancia una cápsula del tiempo escondida en un parque acuático abandonado. Mientras espera, se fija en una atractiva rubia a quien, sin darse cuenta, se le ha caído el móvil a las vías. Elige: ¿bajas a recogerlo o esperas sentado a que venga el metro?
Lo que más sorprende de la ‘La cápsula del tiempo’ es que no es un simple divertimento nostálgico ni una parodia de una fórmula literaria entrañable pero caduca. Más allá de su indudable carácter lúdico (hasta incluye un mapa), la novela también funciona como brillante metáfora de la actual coyuntura socio-económica. Un protagonista desorientado, sin dinero, caminando hacia un futuro incierto por una ciudad caótica en la noche más consumista del año. Mientras, sobre su cabeza se desata una gran tormenta, un temporal imprevisto en forma de crisis financiera.
Con treinta y siete finales posibles, la novela también puede verse como un libro de relatos. Pequeñas historias, algunas más logradas (la del Viajero del Tiempo, la del revisor) que otras (la del cruising, la de la madura sexy), que se mueven con agilidad por distintos géneros: desde la ciencia ficción o la novela negra, a la comedia costumbrista. Sin olvidar el Libro Negro, un libro dentro del libro que, parodiando los ‘Momentos Estelares de la Humanidad’ de Stefan Zweig, recopila trece de los más memorables fracasos de la historia.
‘La cápsula del tiempo’ es un experimento de lo más recomendable que, como me apuntó una amiga, tiene un pequeño problema (de género): la dificultad de identificarte con el protagonista, de “ser el protagonista”, si no eres un hombre heterosexual. Y es cierto. Las pulsiones sexuales que guían algunas de “tus” decisiones condicionan, quizá no la lectura, pero sí la experiencia. Al fin y al cabo, el verdadero protagonista no es otro que el propio autor. 7,5.