Wild Honey acaba de editar ‘Big Flash’, su esperado segundo álbum después del delicioso ‘Epic Handshakes and a Bear Hug‘. Si entonces marchó a Nashville para que Brad Jones se encargara de la mezcla, esta vez eligió a Tim Gane de Stereolab para encargarse de la grabación y producción del disco. Toda una experiencia más allá del paso por un estudio como tal: un intercambio de pareceres e intereses que Guillermo Farré nos relata con la pasión que le caracteriza a la hora de hacer cualquier cosa relacionada con su música. Además, nos habla de la incidencia que ha tenido en ‘Big Flash’, el tropicalismo y la admiración de Farré por Rogerio Duprat (Os Mutantes) y esa época tan fascinante en la historia de la música brasileña que fue la segunda mitad de los años 60.
Este jueves 25 de abril Wild Honey estarán presentando ‘Big Flash‘ en el Teatro Lara de Madrid, evento para el que se convertirán en una banda de siete miembros con el fin de dar mayor cobertura a los tan cuidados arreglos que podemos encontrar en este LP.
El disco vuelve a salir en formato LP autoeditado bajo vuestro sello pero en CD lo edita Lovemonk, ¿qué tareas seguís haciendo vosotros y de cuáles se encarga la discográfica?
Formé Lazy Recordings hace unos años con el resto de miembros de Mittens para sacar los singles del grupo. Ahora sigo utilizando el mismo nombre para editar los discos de Wild Honey, por algo tan tonto como que me gusta mucho el logo. Publicar en mi propio sello me da libertad para hacer casi lo que me dé la gana, controlar todos los pasos y poder darle importancia a cosas que a lo mejor en un sello tradicional les parecería un capricho, como cuidar el aspecto gráfico y hacer ediciones muy cuidadas. A la gente de Lovemonk le gustó mucho el primer disco y me parecen los socios perfectos para continuar con mi manera de hacer las cosas: aunque no todo lo que sacan en el sello me interesa, sí me gusta su filosofía y cómo se toman todo lo relacionado con la música. Ahora se están encargando sobre todo de cosas que ya se me van de las manos como es la distribución de los CDs a tiendas (de los LPs me encargo yo directamente a través de mi web), la promo, o la distribución fuera de España.
Para el diseño de la portada has vuelto a confiar en Grande Graphix, como hiciste para ‘Epic Handshakes and a Bear Hug’, aunque el diseño disocia completamente este trabajo del anterior. ¿Tenías pensado algo así para el álbum o el diseñador tuvo cierta libertad?
Pablo Serret de Grande Graphix es uno de mis mejores amigos, me alucina todo lo que hace y ha estado siempre muy implicado en todo lo que he hecho como Wild Honey. Antes éramos vecinos y escuchaba lo que iba grabando, sabe de dónde vienen las ideas, etc. De hecho el título final del disco está consensuado con él para que tuviera también sentido con lo que tenía pensado para la portada. Es cierto que no es muy parecida a la de mi primer disco, pero precisamente por eso me parece muy interesante, ya que va de la mano un poco con un cambio en la forma de hacer y arreglar canciones que buscaba con ‘Big Flash’.
Como melómano y, seguro, coleccionista, ¿qué importancia crees que tiene el diseño en la portada de un LP? ¿Crees que influye en la percepción final del contenido?
Para mí es muy importante. Hoy día ya me ocurre menos, ya que puedo escuchar casi cualquier disco antes de comprarlo, pero hace años compraba discos muchas veces solo por la portada. Veo la música que hago como algo muy plástico, creo que los arreglos que acabas eligiendo son decisiones estéticas, y no tendría sentido que me tire semanas dando vueltas a la producción de una canción y que al envoltorio final no le diera importancia.
El álbum debut de Wild Honey se grabó en casa, ¿cómo has vivido la grabación de ‘Big Flash’?
El primer disco lo grabé en casa con el equipo que me dejó un amigo, leyendo un par de libros que me recomendaron y preguntando mucho en foros de temas técnicos de grabación. Es algo que me interesa mucho, pero al ser autodidacta tengo la sensación de que tengo miles de lagunas. Me apetecía trabajar con alguien con mucha experiencia, para que además de grabar un disco, me sirviera como un aprendizaje en todo lo que tiene que ver con la grabación y producción.
¿Cómo decides grabar con Tim Gane de Stereolab? ¿Tenías un plan B en caso de que te dijera que no?
Stereolab es uno de mis grupos favoritos. Sus discos son el ejemplo de todo lo que me gusta: producciones muy inventivas pero que se permiten hacer homenajes a la música que les gusta, canciones redondas que son declaraciones estéticas y políticas… cuando me planteé grabar el disco con un productor me puse a pensar en opciones, siempre sabiendo que por presupuesto no podía irme a un estudio profesional y tirarme muchos días grabando. Justo en esa época leí una entrevista a Tim Gane en Wired y vi que tenía una manera muy parecida a la mía de trabajar: no tenía un estudio profesional, sino una especie de loft en Berlín con cientos de instrumentos y efectos acumulados, una mesa de mezclas y un ordenador con Logic.
Tras intercambiar muchos emails, conseguí el contacto de su manager, le hizo llegar mi primer disco y me contestó él directamente diciendo que le había gustado. Me dejó muy claro que él nunca había producido nada fuera de Stereolab y que para él era muy importante que congeniáramos antes de comprometerse a nada. Así que me puso como condición que viajara a Berlín a conocerle un fin de semana. Luego me enteré de que había trabajado con Atlas Sound y que parece que la cosa no acabó muy bien, por lo que se quería asegurar de que había sintonía entre nosotros.
Para tu primer disco contaste con la mezcla de Brad Jones, ¿crees que el haber trabajado con artistas extranjeros y con una larga carrera a sus espaldas aporta un extra en cuanto a publicidad internacional?
Lo que busco trabajando con gente como Brad Jones o Tim Gane es aprender de gente a la que admiro mucho. También me he tomado tanto la mezcla del primer disco como la producción del segundo como si fueran unas vacaciones, me apetecía aprovechar para viajar. Justo coincidió que con el primer disco el dólar estaba bajísimo y en el segundo con que el alojamiento en Berlín no es prohibitivo (si tuviera el estudio en Londres habría sido inviable). El estudio de Tim no trabaja por horas, sino que podíamos trabajar todo lo que necesitáramos con un presupuesto cerrado. En cuanto a si esto da publicidad internacional, pues no estoy del todo seguro. Sí es cierto que al grabar con Tim Gane hay gente que me ha escrito preguntando por Wild Honey y que quizás no le hubiera prestado atención si no estuviera él involucrado, pero creo que ni Brad Jones ni Tim Gane son nombres que a mucha gente le vayan a sonar.
¿Qué es lo mejor de Tim Gane que se ha llevado ‘Big Flash’?
Muchos detalles de producción, como los instrumentos utilizados, una forma diferente de utilizar efectos, o una idea estética muy clara de cómo debía ser el sonido final del disco… Por ejemplo, mi idea era que las canciones no tuvieran mucha guitarra acústica, romper de manera más clara con el primer disco, pero él veía clarísimo que era un elemento clave de las canciones y me animó a escribir muchos arreglos partiendo de la guitarra. Con su perspectiva creo que ha logrado que las canciones suenen mucho más definidas y sólidas, ahora tengo la sensación de que mi primer disco era algo más disperso.
¿A qué se dedica Tim Gane en la actualidad? ¿Pudiste sonsacarle algo sobre los planes de Stereolab?
Cuando llegué a grabar estaba acabando una banda sonora con Sean O’Hagan de High Llamas que sonaba fenomenal, muy Ennio Morricone, como la que hizo para ‘La vie d’Artiste’. No recuerdo el nombre de la película, creo que aún no se ha estrenado. Y me escribió el otro día diciéndome que estaba acabando un disco doble de música electrónica instrumental con el que ya estaba cacharreando por entonces. De Stereolab sobre todo le preguntaba por anécdotas de giras y cosas así, estábamos grabando cuando murió Adam Yauch de Beastie Boys y estuvo contando muchas historias alucinantes de cuando hicieron Lollapalooza juntos. La verdad es que a veces daban ganas de seguir escuchando historias en lugar de grabar, había veces que las comidas y las cenas las alargábamos muchísimo.
¿Ya tienes en mente con quién quieres grabar el próximo disco de Wild Honey?
No tengo planes para un disco nuevo aún. Todavía tengo muy pocas canciones y hasta que no vea por dónde va yendo todo no sé muy bien qué haré. Me gusta mucho grabar en casa, y me apetece poner en práctica lo que he aprendido con este disco, pero me atrae trabajar con gente ya que si metes la cabeza en tus propias canciones durante demasiado tiempo es fácil perder la perspectiva.
¿Tenías claro que el tropicalismo iba a ser el plato fuerte de ‘Big Flash’? ¿Hasta qué punto te sientes influenciado a la hora de hacer tus canciones por la obra de Os Mutantes o Tom Zé?
La música brasileña de mediados y finales de los 60 es uno de mis periodos favoritos de la historia de la música. Es una época fascinante y en la que se hicieron discos alucinantes, muy inventivos en temas de producción, de mezclas de géneros… no es algo premeditado sonar así, pero si das con un solo al que le pega un big muff y empieza a sonar a Os Mutantes, pues acabas tirando hacia ese sonido.
Hay muchas teorías que consideran a Rogerio Duprat el Brian Wilson brasileño. Si a los Beach Boys ya les debes el nombre de tu banda, ¿sentías que debías homenajear a su «homólogo» del hemisferio Sur con la canción que lleva su nombre? ¿Qué conexión crees que tienen Wilson y Duprat?
Para mí es uno de los mejores arreglistas de la historia, y el sonido del tropicalismo le debe muchísimo a él y a sus arreglos, entre lo grandioso y lo claustrofóbico. Me encanta la imagen de un señor mayor que Caetano Veloso o Gilberto Gil, con pinta de oficinista, que prácticamente definió el sonido de esa época. Para mí es alguien tan influyente como Brian Wilson.
El hecho de que Ana Steinberg -segunda voz y parte fundamental de Wild Honey hasta hace poco- esté viviendo fuera de España, ¿ha condicionado el futuro inmediato del proyecto?
Para grabar y tocar en directo colaboran conmigo muchos amigos míos. Ana ha grabado coros en los dos discos de Wild Honey y durante varios años ha tocado en directo conmigo. Nos conocemos muy bien y hacer armonías con ellas es muy sencillo después de haber trabajado tanto juntos, así que la echo mucho de menos. Pero ahora estoy tocando con María Hernández (ex Charades) e Irene Trembley (Aroah) y suena todo muy bonito, estoy muy contento de cómo están quedando los ensayos de lo que será el directo.
Por la misma razón ¿cuál es el futuro de Mittens, banda de la que también eres parte y en el que la voz de Anita era indispensable?
Mittens estamos ahora mismo parados. No tiene sentido decir que nos hemos separado porque nos vemos casi todos los fines de semana, pero no estamos ensayando ni tenemos planes a corto o medio plazo de grabar o tocar en directo. De lo que tengo curiosidad es de lo que haga Anita de música en Alemania, seguro que acaba tocando con algún grupo o haciendo ella misma canciones.
Nos hemos acostumbrado a ver a María (Teacher Teacher, Las Señoras, ex Charades…) en los últimos conciertos de Wild Honey. ¿Es un miembro oficial de la banda?
A los conciertos que hago como Wild Honey se acaban apuntando amigos a los que les apetece tocar. Mola mucho ser flexibles en ese sentido, aunque requiere que todos los conciertos tengan unos ensayos adaptados a las personas que toquen. Con María también llevo tocando la tira, tenemos un grupo juntos (Teacher Teacher) y me encanta cómo canta, así que siempre que puede toca conmigo. Junto con Cristina (que también está en Teacher Teacher) es la formación mínima con la que estamos tocando en directo estos últimos meses.
El próximo jueves actuáis en el Teatro Lara de Madrid, ¿cuántos músicos seréis? ¿Cómo vais a enfocar ese directo?
Para el concierto del Teatro Lara seremos siete músicos en el escenario. Como es la presentación del disco quería hacer algo especial y tratar de reproducir muchos de los arreglos de ‘Big Flash’ en directo. Tal y cómo están las cosas será difícil que seamos siete músicos muy a menudo, pero me encantaría poder presentar el disco en otras ciudades con una formación similar.