Que la figura de Eva Perón se presta al biopic y a la ficción audiovisual es algo que Madonna ya nos hizo comprender hace mucho años, cuando por pesada Alan Parker le dio el papel protagonista en la adaptación cinematográfica del famoso musical que en España había popularizado unas décadas antes Paloma San Basilio y hasta hace nada representaba Ricky Martin en Nueva York cogiendo el testigo del personaje que en cine defendió Antonio Banderas. ¿Que a qué viene todo este name-dropping en apenas cuatro líneas? Pues a demostrar que no hay famoso que se resista a que la leyenda de la argentina toque, aunque sea de manera tangencial, sus carreras.
Y es que algo de santa debía de tener esa mujer para conseguir milagros como que Madonna actúe bien en una película o que una miniserie española no nos haga partirnos de risa, por no decir morir de vergüenza ajena. Esto es lo que ha ocurrido con el estreno anoche en TVE de ‘Carta a Eva’, miniserie dirigida por Agustí Villaronga que, después del éxito recogido con su ‘Pa negre’ parece haber encontrado en el cine guerracivilista su zona de confort. Porque por mucha Eva Perón que aparezca en el título no se trata esta serie de otra hagiografía de la primera dama argentina, sino de aprovechar la que fue su visita a España, anécdota histórica que en el musical ocupaba un número y medio, para denunciar otra vez las atrocidades cometidas tras la Guerra por los franquistas.
De hecho es ahí, al lado de los perderores, donde se nota la maestría tras la cámara de Villaronga para contar este tipo de historias, que como ya ocurrió con su película, capta la mugre, el hambre, el miedo y la muerte al que se condenó a buena parte de la población para que unos pocos vivieran como reinas. Lástima que el tono se le vaya ligeramente hacia la comedia cuando se trata de captar la otra cara de la historia, la de la alta sociedad, los palacios, los políticos, el dictador y su familia, figuras todas ellas que en algún momento, ya sea cayendo dormidos mientras firman sentencias de muerte o poniéndose histéricas porque no son capaces de aprender el protocolo, sacan al espectador del drama histórico para sentir, por segundos, que aquello es parodia.
Por suerte esa sensación dura poco. Son destellos de pérdida de control, como decía, en una larga historia en la que curiosamente destaca sobre todos, aparte de Nora Novas y Carmen Maura como republicanas en búsqueda de justicia, Ana Torrent dando vida a Carmen Polo, personaje clave en nuestra historia que, como bien reclamaba ayer mismo Elvira Lindo en su Facebook, se merece una serie o una película para ella solita para que no caigamos en el error de pensar en ella como una marioneta y asumamos que el éxito del régimen franquista fue tan suyo como de su marido o de la iglesia.
Definitivamente es ver a la Torrent dando vida a la mujer de Franco lo que más llama la atención de esta miniserie cuyo desenlace veremos la próxima semana y que, sin ser perfecta, aprovecha la falta de recursos típica de cualquier producción televisiva para contar una historia desconocida por muchos a pesar de todo lo que hemos oído hablar de ella.
Calificación: 6,5/10
Destacamos: Ya lo hemos dicho, a Ana Torrent. Y a la labor del equipo de producción para hacernos creer que la Barcelona de hoy es el Madrid de finales de los 40.
Te gustará si te gusta: ‘Amar en tiempos revueltos’ versión deluxe, las biografías, Carmen Maura.
Predictor: Los que no hayan caído rendidos al poder hipnótico de ‘Gran Hermano’ volverán a poner TVE el jueves que viene para ver el desenlace de la historia.