A pesar del éxito de sus singles dance Kelly Rowland sigue siendo una de las figuras más populares del R&B contemporáneo. Su nuevo álbum, ‘Talk A Good Game’, el cuarto en su carrera en solitario, es otro de esos trabajos tan representativos de la música negra actual en los que la producción pesa más que la canción pero, sorprendentemente, se trata también de su trabajo más consistente hasta la fecha, sin apenas relleno ni inclusiones dance oportunistas como las del disco anterior.
Numerosos nombres reconocidos han participado en la jungla de productores que es ‘Talk A Good Game’. Entre ellos, The-Dream, Mike Will Made It, Harmony Samuels, Danja o Pharrell Williams. Este último, tan de moda últimamente, firma no obstante dos de sus canciones menos memorables: ‘Street Life’, que pese a su muscular producción no aporta gancho melódico alguno, y la final ‘Stand In Front Of Me’, una de esas elegantes revisiones doo-wop propias de la Mariah Carey circa 2005 que en voz de Rowland no queda nada mal.
En la canción que titula su nuevo disco, Kelly Rowland se pregunta “¿por qué complicar las cosas si se puede ser honesto?”. Resulta curioso que el álbum se titule ‘Talk A Good Game’ porque si algo quiere Kelly aquí es que nos creamos lo que nos cuenta, por lo que resumir el concepto de un disco como este utilizando una expresión que implica desconfianza no parece la mejor decisión. En cualquier caso, la honestidad prima en un disco en el que Rowland se atreve, en un tema producido por The-Dream, ‘Dirty Laundry’, a confesar haberse sentido profundamente celosa del enorme éxito de su compañera de grupo Beyoncé, y a revelar, sorprendentemente, los malos tratos que sufrió en una relación amorosa pasada.
El resto del ‘Talk A Good Game’, sin embargo, y como es habitual en este tipo de discos en los que priman los medio tiempos o las baladas, está sobre todo enfocado al desamor. No es el caso de ‘Kisses Down Low’, una de esas lustrosas piezas de Mike Will Made It que apetece ponerse diez veces seguidas, o de ‘Freak’, el tema con una de las producciones más espectaculares del disco, la de Danja, pero sí de la elegante ‘Down On Love’ o de la deliciosamente retro ‘You’ve Changed’, con Beyoncé y Michelle Williams. ¿Cuáles, por otro lado, ocupan espacio? La medianía funky ‘Red Wine’ o la insípida ‘I Remember’, entre alguna otra. En conjunto, insisto, el disco más coherente que ha hecho Rowland nunca y uno de los más entretenidos.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Freak’, ‘Kisses Down Low’, ‘Dirty Laundry’, ‘You’ve Changed’
Te gustará si te gusta: Ciara, Brandy, Beyoncé
Escúchalo: Deezer