Second / Montaña Rusa

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Second / Montaña Rusa

second-montanyarusaLa presente década en nuestro país, en lo musical, no será sólo recordada por el éxito internacional de Delorean, John Talabot o Russian Red; o por hasta qué punto Triángulo de amor bizarro o Klaus & Kinski conquistaron a la crítica. Hay una cantidad de grupos de sonido o/y origen alternativo que no suena mucho en la radio pero de enorme potencial comercial, suficiente como para considerar el fenómeno un movimiento. La mayoría son viejos conocidos que finalmente han dado el salto. Aunque -salvo alguna excepción- ignorados por la crítica especializada, Vetusta Morla, Lori Meyers o Supersubmarina han ido llegando a más y más gente gracias al boca a boca. Les unen canciones con ganchos muy claros y una evidente preocupación por la melodía y la contundencia de un estribillo, en contraposición a un descuido de los textos que por momentos parece casi obligatorio para triunfar.

Una de las bandas afortunadas es Second, en activo desde hace más de una década y que finalmente con ‘Fracciones de un segundo’ se colaba en la lista de ventas en 2009, siendo poco después nominada a mejor banda revelación por Los 40 Principales en 2010, pero actuando aún en festivales independientes como Contempopránea o Sonorama. ‘Montaña Rusa’, su nueva aventura en Warner, ha sido producida por Sebastian Krys en Los Ángeles, y el co-productor de Lori Meyers definitivamente parece experto en sacar brillo a canciones preparadísimas para conectar con las nuevas generaciones adolescentes, sonando indies pero jamás experimentales o arriesgadas, y bailables pero jamás dance o «demasiado electrónicas».

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En el nuevo disco de los murcianos caben guitarras a lo Bloc Party (‘Las serpientes’) y a lo Two Door Cinema Club, bajos electro, algún ramalazo sintético a lo Aviador Dro pero también a lo Oreja de Van Gogh, e incluso algo que podríamos llamar country-disco (‘La barrera sensorial’). Pero la clave del álbum es lo concentrado que ha parecido el grupo en encontrar pepinazos para sus directos, con canciones in crescendo como ‘Caramelos envenenados’ o cortes que rozan la intensidad de Héroes del silencio como ‘Extenuación’. Así, es difícil no recordar desde la primera escucha algo como ‘Espectador’ o ‘La distancia no es velocidad por tiempo’. Otra cosa es que el resultado artístico sea destacable. ‘Antiyo’ puede tener su aquel como número disco, pero carece de la gracia de unos Love of Lesbian, a los que recuerdan y mucho en ‘Si todo se oxida’. Demasiado a menudo ripios, sintagmas soltados al tuntún o frases fuera de contexto aparentemente sin repasar impiden que sus canciones puedan considerarse bien terminadas. El «provocan» del estribillo de ‘2502’, el «nos hemos puesto a bailar una curiosa danza extraña / Oh, encefalograma plano» de ‘Lobotomizados’ o el «buena noche, rostro pálido, desde la Europa del sol» de ‘Estamos de ocasión’ desubican. Afortunado aquel que pueda escuchar un álbum en un idioma que domina sin prestar atención a estas cosas: se encontrará con un disco lleno de singles potenciales y de más que probable largo recorrido en las carreteras de nuestro país. Yo no he podido…

Calificación: 4,5/10
Lo mejor: ‘Espectador’, ‘Antiyo’, ‘La barrera sensorial’
Te gustará si te gusta: Lori Meyers, Héroes del silencio, La Oreja de Van Gogh
Escúchalo: Deezer

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