La Sala KGB ha sido precintada por el Distrito de Gràcia de Barcelona después de que los vecinos denunciaran altercados y alboroto los fines de semana en la puerta del local, según informa el diario El País.
Al parecer, una vecina puso una denuncia y se comprobó entonces que se superaban los límites de ruido establecidos en la Ordenanza de Medio Ambiente de Barcelona. Se ordenó el cese voluntario de la actividad pero al no cumplir el dueño la orden (presentó alegaciones que fueron desestimadas), se ha ordenado el cierre.
Para que pueda reabrir, se tendrán que poner soluciones técnicas y la reapertura tendrá que ser aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona. De momento la sala no ha informado de estos hechos a través de su web o redes sociales.