Pablo und Destruktion / Sangrín

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Pablo und Destruktion / Sangrín

pablo-sangrinEn los últimos tiempos se ha hablado bastante de la relación entre política y los grupos asturianos. En el libro sobre ‘Cajas de música difíciles de parar’ de Nacho Vegas se ahondaba en ella cuestionando la despolitización del indie a pesar de que (o quizá debido a que) sólo un par de las canciones de aquel disco trataban temas sociales. Incluso un grupo del «Xixon Sound» al que se presume despolitizado como Pauline en la playa hablaba de ello sin tapujos durante nuestra última entrevista: «El movimiento (musical) es una contestación al sistema. No hace falta que expreses en letras, camisetas o chapas tu ideología para tener una postura política frente a la vida. Si tienes un grupo que va por derroteros que no son los que marca el sistema, que lo retan… ¿Eso no es una postura política? La independencia es una contestación. Lo que extraña es la necesidad de que haya que servir un contenido político. La gente que tenía grupos iba a manifestaciones. No tienes que llevar tus ideas políticas al escenario aunque en el escenario no estés sin ellas», decía Alicia Álvarez. Algunos verán, igualmente, un carácter más político que hedonista en canciones como ‘Soldados del futuro’, contenida en ‘Salsa de cuervo‘ de Fasenuova («son voces de guerra y allí quiero estar yo»).

De todo esto ya es difícil hablar sin pensar en Pablo und Destruktion, el proyecto en solitario de Pablo García Díaz (siendo retorcido, diría que los apellidos son inventados), que este año presenta su segundo trabajo sin dejar de reflexionar sobre ello desde una comunidad en la que los movimientos sociales han sido tan importantes. El single ‘Limónov, desde Asturias al infierno‘ que conocíamos en los primeros días del año, era una llamada a este escritor y político hablando de la «momia de Lenin», de la cruz de la vida moderna o de los bolcheviques, todo ello bien surtido, claro que sí, de coros obreros. De manera igual de explícita, otra de las canciones de este ‘Sangrín’ habla de España, pero no para criticar su concepto sino para declararle su particular amor en plena decadencia: «sabes que fea y calva es como te quiero (…) ahora que nadie te quiere yo a ti me entrego». Tema que no parece irónico según una entrevista concedida a un conocido medio local, llamado casualmente La Nueva España, en la que indicaba lo siguiente: «Estoy harto de los equilibrios ideológicos que se hacen diariamente para negar una nación que como Estado existe. España es una manera de definir el grupo de personas que se va a encargar de hacer que las cosas cambien. Lorca, Buñuel, Blas de Otero. Nadie negaba entonces la existencia de España, para hacerla mejor, el «me duele España». Es un nacionalismo entendido como una manera de acotar el lugar por dónde empezar. Porque sin una conciencia de clase y de nación no se pueden empezar a plantear otras cuestiones, como la conciencia de género o el ecologismo, que deberían estar subordinadas a lo primero, no en primer plano». En otra entrevista con Hipersónica profundiza en esta canción, llamada ‘Pierde los dientes España’, indicando que surgió en torno a una reflexión sobre las diferencias entre la cultura protestante y la cultura católica en Europa, situándolo como un tema central en todo el disco.

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Muy interesante. Pero ‘Sangrín’ puede escucharse y disfrutarse desconociendo o ignorando todo esto. Porque por encima de su carga política, no tan espesa como pudiera parecer, está el talento del músico a varios niveles. En el lírico tan sonoras como sus llamamientos a las masas son sus frases cortantes propias de una crisis de identidad a través de las que parece buscarse a sí mismo. «Como un niño me agarré fuerte a tu jersey», dice creando una imagen sencilla pero impactante nada más abrir el disco. «Voy a afeitar mi cuerpo hasta desaparecer», dice en ‘Powder’, un tema que podría haber pertenecido a Rafael Berrio. Su referencia cinematográfica con subtítulo en castellano «powder, pura energía» es hilarante, pero la música duele de veras. Lo que nos lleva al segundo plano. Si su voz indigna, amenaza y podría movilizarte cuando en ‘Por cada rayo que cae’ grita: «somos nosotros quienes sufren en su carne el paro cuando no hay empleo, ¡¡y no lo hay!!», también es capaz de temblar como la de un cantautor desamparado en el tema inmediatamente anterior, ‘Pecho para enfriar balas’.

Y sobre todo Pablo destaca por la buena disposición de arreglos en sus canciones. Puede ser una base electrónica lo que nos introduzca en el disco a través de ‘Aire puro’ y ‘Pierde los dientes España’, pero son sus feroces cuerdas o los bonitos coros (de su novia, la alemana asentada en Asturias Fee Reega) los que acercan sus canciones a las de Nick Cave & The Bad Seeds por su habilidad para combinar con maestría el susurro y el desenfreno, la tensión, la rabia, el dolor. Y lo hacen para enriquecer unas composiciones que ya tenían miga de por sí. Basta echar un ojo al «canción por canción» publicado en Mondo Sonoro. De esto va la impresionante ‘Mamina qué pena’ aunque a ti te parezca una canción escrita en plena depresión: «El año pasado viajé a tocar a una cueva del Sacromonte en Granada. Vinieron cuatro personas y la entrada costaba 3 euros, de los cuales me correspondían la mitad. Empleé mi recaudación en tomar un café al día siguiente y estuve hablando con un marroquí convencido de que iba a haber una guerra en España. Cuando volví a Asturias me acordé mucho de él y de su facilidad de palabra».

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Son muchos los nombres que pueden venir a la mente escuchando estas canciones: aparte de los Bad Seeds, Sonic Youth, el equipo de músicos de Christina Rosenvinge, Los Planetas, Tarántula o los nudozurdo más acústicos que últimamente jugaban con las cuerdas. Pero Pablo und Destruktion no se caracteriza por absorber influencias, sino por sí mismo. Escribiendo una columna para La Nueva España, concediendo entrevistas de dos horas y media, como amante de los gif’s animados, inventando términos como «asturpsicodelia», reflexionando sobre la importancia del videoclip y de su deseo de hacer más para este ‘Sangrín’ -parece una tontería pero no lo es entre el underground patrio-, rebelándose contra el rock’n roll y el sexo sin amor, revelándose como un pensador pero declarándose fan de los discos cortos, hablando de la sociedad sin resultar obvio y sobre todo a través de un considerable repertorio de buenas canciones, mucho más sólido y atractivo que en su debut, está claro que estamos ante uno de los talentos más particulares de nuestra sociedad. Igual es porque ha estudiado Veterinaria.

Pablo und Destruktion presentan este sábado 22 de febrero este disco en Oviedo. También tocan Pauline en la Playa y colaborarán Nacho Vegas, Fee Reega y Alberto Acinas.

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Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Limónov, desde Asturias al infierno’, ‘Powder’, ‘El aire puro’, ‘Mamina qué pena’
Te gustará si te gusta: Rafael Berrio, Tarántula, Nacho Vegas, Ornamento y delito, los Bad Seeds
Escúchalo: Bandcamp

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