Anoche arrancaba -se dice pronto- Gran Hermano 15, en esta ocasión con un programa en directo desde los exteriores de la casa más famosa de Guadalix de la Sierra. A pesar de que la sola idea de pronunciar ese «15» se hace atroz, sobre todo pensando en una nueva temporada de «chonismo» llenando Sálvames e Interviús, y de que el ritmo de la gala de más de tres horas parece un poco desfasado para los tiempos que corren, con partes súper entretenidas y otras alargadas ad nauseam (¿un «lipdub» a estas alturas?), el cásting es de aprobado medio alto, presentando una variedad «de foto», entre velos, Rosendos, hipsters y supervivientes hip hoperos.
Mercedes Milá, vestida con traje de chaqueta, zapatillas de running y camisa con luces de árbol de Navidad, condujo una vez más la gala cero de este programa y, como siempre, sufrió los clásicos problemas del directo como en todas las temporadas anteriores, esta vez leyendo un cue que debía de quedar atascado logrando que hablara como si le hubiese dado una parálisis facial. La gran novedad de esta edición es que ella misma se ha metido en la casa a convivir con ellos full time hasta el domingo, acompañada de una gallina. ¿No se ha superado? Como siempre, el programa es seguido en directo en nuestros foros.
Los concursantes de esta edición a grandes rasgos, son los siguientes:
– Josep y Paula: Mexicano abandonado por su novia y emigrado a Barcelona y clon de Fresita con unos toques Pelopony.
– Shaima, de El Príncipe (Ceuta), y Paco: Ella, musulmana, cuenta que le dice las cosas a su madre cantando y que no lo hace bien, pero sí «mejor que Kiko Rivera». Es nuestra selección de cásting favorita, con un toque más machirulo que Poli Díaz. Casi tira una puerta abajo. Momento estelar aquel en que le hace la cobra a Josep para ofrecerle la mano en su lugar, y Paula observa con ojos fuera de las órbitas. Su pareja, una tan improvisada como previsible entrada de un taxista que es Pocholo meets Rosendo meets Manolo Zarzo meets el Mambotaxi de ‘Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios’.
– Luis y Fran, torero engominado y apoderado obeso (entra para adelgazar). Clichés con patas. Fran dice no haber discutido jamás con nadie en sus 43 años.
– Jonathan y Juan Manuel, de Valencia y surferos. Perfil rompebragas de manual, con pinta de que les agitas y caen bellotas. Jonathan es un poco Colin Farrell. Juan Manuel lleva el penúltimo grito en barbas.
– Loli y Mayca, de Puente Genil, limpiadoras. Tienen un perfil de andaluz saleroso que puede dar juego en la casa, sobre todo porque son mayores que la media.
– Vitín y Omar, de Carabanchel y con vídeo Mala Rodríguez. Amigos con perfil trágico (Omar fue abandonado por su padre, su madre murió cuando era un bebé, sus abuelos cuando tenía 18 años), a los que se suma Alfredo, vendedor ambulante de Vallecas, hermanastro de Omar aunque sólo lo sabe éste. Alfredo lo que quiere es «evangelizar a todo el mundo».
– Yoli, educadora, y Alejandra, azafata. Son las Lore y Macu de Albacete. Yoli se está leyendo en la tablet la trilogía de ’50 sombras de Gray’ y Alejandra encuentra este hecho muy picante y atrevido.
– Hugo, gallego, hipster y guapo. Se pasea por Pontevedra acompañado de una cabra, Rubia, y al parecer las chicas de allí lo encuentran irresistible y caen como moscas rendidas a sus encantos. Lo de la cabra ha hecho gracia 14 segundos y los 5 minutos restantes ha sido A-B-U-R-R-I-D-O.
– Azahara, malagueña y camarera de una de las discotecas más famosas de Marbella. Anti-taurina. Se ha enterado de que entraba en la casa en directo y estando como público en la Gala. Muy probablemente haya sido incorporada in extremis sustituyendo a un tal Alberto Álvarez, que ha tenido la brillante idea de destripar su entrada en la casa en Facebook, con la inestimable ayuda de su amiga Auxy.