Dianna Kenny de la Universidad de Sidney ha desmitificado el mundo del pop a lo grande. La investigadora ha analizado en The Conversation el caso de 12.665 músicos estadounidenses fallecidos entre 1950 y junio de 2014.
Al margen de lo que implica que el 91% de los casos estudiados sean hombres, el resultado es revelador en comparación con la media americana.
Si la esperanza de vida de una mujer estadounidense normal es de algo más de 80 años ahora mismo, una estrella del pop femenino en cambio vive poco más de 60 años.
Lo mismo sucede con los hombres: si la esperanza de vida actual ronda los 76 años, en el caso de las estrellas del pop ronda los 57 años.
Además, la causa de la muerte en los músicos de pop es radicalmente distinta. Mientras sólo en torno al 5% de la gente muere por accidente, en el caso de las estrellas del pop ese porcentaje fue del 26% durante los años 60 (ahora se ha bajado al 12%).
En cuanto a suicidio, si sólo un 1% de la población se suicida (tasa que incrementa década a década, por cierto), en el caso de los músicos el porcentaje llegó a ser del 10% durante los 90. Actualmente es un 4,6%.
En cuando a homicidio, el 1% de media se transforma en un 5% en los músicos de la actualidad (un 6,6% durante los 90).
«La música pop es tóxica y requiere de rehabilitación», titula Dianna.