La noticia de la muerte de Lesley Gore, anunciada anoche, recorrió todo el mundo en pocas horas, demostrando el mucho cariño que existía por la cantante todavía y haciendo relucir también la cantidad de canciones interesantes que grabó, más allá de su super-hit ‘It’s My Party’.
Además de ese célebre número 1 del Billboard, la otra canción más mencionada en obituarios y recuerdos ha sido ‘You Don’t Own Me’, en la que daba (sólo seis meses después de ‘It’s My Party’) un salto de la rabieta adolescente a la reafirmación proto-feminista. Versos como «no me digas que no puedo ver a otros chicos / no me digas lo que tengo que hacer, ni lo que tengo que decir / no me exhibas» ciertamente no han perdido relevancia más de cincuenta años después:
Con los años la canción se fue convirtiendo en un himno feminista y nuevas generaciones de artistas la versionaron, desde Joan Jett a Klaus Nomi. No cuesta mucho ver el hilo conductor desde aquella vieja balada hasta canciones de reafirmación femenina de este mismo año, como ‘Body of my Own’ de Charlie XCX.
En medio del huracán de grabaciones que rodeó a Lesley en los primeros años de su carrera la selección de temas fue tremendamente inspirada. Quincy Jones, su descubridor y primer productor, llevaba las riendas, pero dejaba margen para el olfato musical de Lesley, afinado desde que escuchaba singles sin parar con seis años. Así, como cuenta en las notas de su recopilación ‘The Mercury Anthology’, se enamoró instantáneamente de este pequeño diamante escrito por Carole King, y convenció a Jones para que la grabasen en julio de 1963.
‘The Old Crowd’ expresa la temprana melancolía de una adolescente por su antigua pandilla de amigos. Precisamente una de las razones de ese amor por Lesley de toda una generación de adolescentes es la identificación con sus canciones como un reflejo de sus propias experiencias, y canciones como ésta daban en el clavo con nuevas temáticas. No es chocante por otra parte que muchos de estos aciertos viniesen de la fuente más exquisita de composiciones de la era pre-Beatles: el Edificio Brill. Por ejemplo, las canciones de Ellie Greenwich y Jeff Barry que Lesley Gore grabó, desde la maravillosa ‘Maybe I Know‘ (sobre la infidelidad) hasta ‘What’s A Girl Supposed To Do’ aunaban melodías de ensueño con nuevos capítulos de ese diario adolescente colectivo:
Lesley siguió grabando para la Mercury hasta 1969, pero a medida que los hits se volvían más escasos comenzó una carrera de actriz que la llevó a participar entre otros proyectos en la serie de television ‘Batman’, en la que interpretó el papel de compañera de Catwoman: Pink Pussycat. En este vídeo aparece interpretando en la serie una de las joyas que le produjo Bob Crewe (fallecido también hace pocos meses), la estupenda ‘California Nights’:
A partir del 69 su carrera fue más errática, y de hecho estuvo cinco años sin grabar un nuevo álbum, pero en 1972 firmó con Mowest, una subsidiaria de la Motown. Con ellos grabó su último gran disco, una preciosidad de pop crepuscular olvidada por casi todo el mundo incluso en estas horas de mirada atrás: ‘Someplace Else Now’, una colección de composiciones propias que no desmerecen para nada frente a obras más conocidas de, por ejemplo, Carole King o Carly Simon. Entre lo más bello del disco está ‘No Sad Songs’: