Aquí unas razones para que los fibers británicos nos visiten este verano más engorilados que nunca. Desde el año 2000, la industria fonográfica británica mide el consumo de música de este país. Pues bien, en 2014 se batió un récord de consumo de música británica en el mundo, pues 1 de cada 7 discos vendidos en todo el globo procedía de este país. El porcentaje, 13,7%, no se había alcanzado ni siquiera en los tiempos de Amy Winehouse y Adele.
La proporción no es ninguna tontería, puesto que en todos los mercados grandes el consumo de discos locales es brutal: de Estados Unidos a Japón pasando por Francia, Alemania e incluso España.
Los principales responsables de este éxito fueron Sam Smith, Pink Floyd, Ed Sheeran y One Direction. Se menciona particularmente también el éxito de London Grammar en Francia, el de James Blunt en Alemania y el de Arctic Monkeys en Estados Unidos.
Además, aunque el disco más vendido en todo el mundo fue el de Taylor Swift, en Reino Unido, por primera vez, los 10 discos más vendidos fueron todos británicos, acaparando más de la mitad del consumo total de álbumes del país.
1 Ed Sheeran / X
2 Sam Smith / In the Lonely Hour
3 George Ezra / Wanted on Voyage
4 Coldplay / Ghost Stories
5 Paolo Nutini / Caustic Love
6 Paloma Faith / A Perfect Contradiction
7 One Direction / Four
8 Ellie Goulding / Halcyon
9 Pink Floyd / Endless River
10 Olly Murs / Never Been Better
Curiosamente, en el puesto 11 quedó Dolly Parton.
Los países con mayor consumo de artistas británicos fueron, de manera nada sorprendente, Australia (20,4%) y de manera muy sorprendente, Italia (19,8%).